Inclusive, desde la administración pública estatal se comenzó a distribuir un pequeño comunicado en el cual el ayudante municipal de este pueblo, Alejandro Estudillo Flores, sostenía que contaba con la firma y aprobación de unas 400 personas, que para él son la mayoría, y pareciera que son los que estaban apoyando los trabajos en referencia.
Incluso lleva algunas sugerencias, como aquello de que “es importante que se reanude con los trabajos de la obra para mejorar las condiciones de la comunidad, ya que las acciones fueron suspendidas por no contar con la información adecuada respecto a sus bondades”. Agrega que tanto el Gobierno estatal como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se comprometen a impulsar inversiones de desarrollo para todos.
Y sin más preámbulo sostiene que “la comunidad de Huexca acepta la realización de la obra en todos los sentidos”, luego se anexa una relación de presuntos firmantes que soportan lo dicho por la ayudantía.
Sin embargo, en información por separado, se indicó que fue con medidas de presión y amenazas como se logró retirar a buena parte de ciudadanos que seguían oponiéndose a su realización, incluso se sostuvo que fueron agredidas dos personas y se bloquearon los accesos al sitio de la obra, a fin de impedir el acceso a la población.
Aquí, el secretario de Gobierno Jorge Messeguer Guillén, dijo sobre el caso que no hay nada de represión y que además, el ayudante fue claro en destacar que la mayoría popular está a favor.
La verdad es que esto se estaba esperando; desde el mes de mayo los lugareños lograron impedir que la obra continuara y desde entonces habían conseguido el objetivo, sin embargo, las partes interesadas continuaron “trabajando” con la firme intención de “convencer” voluntades y abrirse paso en su momento.
Quienes no están conformes con esta muy trascendente inversión (la verdad es que son miles de millones de pesos) denunciaron siempre una permanente presión desde diversas instancias, ya sea de parte de los gobiernos estatal y federal, así como por la Comisión Federal, que es la que trae el proyecto en desarrollo.
Si las autoridades lograron romper el cerco, lo van a mantener así y queda muy claro que la decisión absoluta es seguir adelante, no habrá un paso atrás, a menos que los pueblos involucrados reaccionen con fuerza y recuperen el terreno perdido, sin embargo, dicen por ahí que hay cosas que ablandan más que el cebo y nos parece que esta fue la ruta que se siguió para poder eliminar resistencias.
Los intereses en torno a este ambicioso proyecto son demasiados, dos o tres núcleos de población no iban a detenerlo, es una historia sin fin en este país, a los ciudadanos se les impone el “desarrollo” y el progreso, no tienen muchas opciones, acaso decir que sí, porque de otra manera pueden sufrir las consecuencias.
¿A qué grado es tan real el riesgo que puede representar la termoeléctrica?, no somos expertos en ello, quienes conocen mantienen opiniones divididas, unos que sí, otros que no, de acuerdo a como les vaya en la feria, así que este asunto es uno de esos donde se genera la controversia y la discusión, pero cada parte pareciera tener algo de razón.
La planta trabajará a base de mucha agua, esa es una de las quejas de los habitantes de Huexca, ya que si hay alguna zona del estado donde el vital líquido ha sido escaso, es en la oriente, hay partes ricas en vital líquido, pero bastas extensiones territoriales que se dedican a la producción temporal, porque no hay agua y la que hay, será utilizada para estas instalaciones.
¿Qué hay detrás de ello? pues puede haber progreso sin precedentes para algunos y seguramente muy pocos, es posible, pero para otros también podría ser un desastre, el ideal sería manejar el equilibrio, pero en ocasiones no es posible y aquí, a pesar de lo que se diga, existen quejas que muestran la utilización policíaca para poder abrirle paso “al desarrollo”.
A reserva de ir despejando el tema y conociendo de fondo qué está realmente pasando en aquella parte de Morelos, pudiéramos estar ante el primer acto de represión de la naciente administración estatal de un Gobierno de izquierda, que contrariamente a lo que pudiera ocurrir, siempre estuvo de lado de los quejosos, hoy le toca estar del otro lado y sería desafortunado que le estuviera pegando a su propia gente.
Bueno, sí podemos asegurar que hay perredistas y de otras corrientes de izquierda metidos a favor de aquellos que rechazan la planta y el gasoducto, y quienes pudieran aquí darse un encontronazo. Conocemos a dos o tres que son parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), identificado con el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
No está por demás decir que desde el Gobierno del estado se estuvo manejando este caso con mucho cuidado y estrategia, la información que de la parte oficial se publicaba en los medios era cuidadosamente revisada y su contendido tenía que ir con la precisión deseada, desde ahí nos dimos cuenta que era de mucho interés para la parte gubernamental y que se le operaba con inteligencia para no cometer errores de cálculo, mientras se hacía la labor de “convencimiento”.