Ahí se aprecian muy bien las consecuencias de partidizar los poderes e instituciones, pervirtiendo y torciendo el camino, y sobre todo en un espacio tan sensible como es el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), donde tendría que actuarse con mucha responsabilidad, ya que se trata de impartir justicia.
Pero la lucha por el control de pequeños territorios hace olvidar a algunos que su principal tarea, es garantizar imparcialidad y ofrecer seriedad a quienes dirimen ahí sus diferencias. Pero hasta el sindicato se metió en medio y es parte del conflicto, aunque ya está descartado el estallamiento de una huelga porque se declaró inexistente.
Bueno, se menciona que el ex diputado federal y ex funcionario del gabinete en las pasadas administraciones panistas, Sergio Álvarez Mata, es quien a través de Carmen Cuevas alimenta las diferencias y conforma un frente para intentar una especie de equilibrio con los que se identifican con la magistrada presidente, Nadia Luz María Lara Chávez.
Es decir, en este bloque aparecen entre otros la propia Carmen Cuevas, Andrés Hipólito Prieto, Carlos Iván Arenas Melgar, Leticia Taboada, Bertha Rendón Montealegre, José Manuel Díaz y desde luego, quien fuera titular del Poder Judicial precisamente en el panismo, Miguel Ángel Falcón Vega, con ellos se ha replegado Juan Emilio Elizalde.
Curiosamente, salvo Falcón, el resto adolece de carrera judicial; la mayoría fueron “recomendaciones” de partidos o de políticos del reciente pasado, que utilizaron el influyentismo para colocar piezas en todos lados y el Tribunal no estuvo exento de eso.
Y en el otro lado, se encuentran entre otros Nadia Luz María Lara, Ezequiel Honorato, Guillermina Jiménez, Elda Flores, a quien se le considera una excelente profesional; Valentín González, Rubén Jasso y Ángel Garduño, la mayoría de ellos con muchos años de servicio ahí, es decir, bastante carrera, hay quienes tienen 40 años laborando en esa institución.
Ya sin perspectivas ni esperanzas de regresar al corto plazo a actividades de corte político electoral, esos panistas tratan de capitalizar lo máximo posible sus posiciones y eso es parte de los jaloneos que se están dando, y sobre todo litigando sus problemas en los medios de información.
Hay incluso un razonamiento por el cual al Poder Judicial no le conviene reclamar su autonomía financiera, por lo menos durante el presente año podría acabar ejerciendo menos presupuesto que el autorizado actualmente, y eso no lo han querido aclarar el grupo de panistas.
Y es que dos o tres también han venido acuerpando al ex presidente Falcón Vega, quien deberá regresar algo así como 40 millones de pesos por recursos no justificados durante su gestión; esto fundamentalmente es lo que los tiene con escalofríos, porque los tiempos legales para rendir cuentas se acotan, es cuestión de unas cuantas semanas para que lo haga y busca por todos los medios a su alcance encontrar alguna salida que lo salve de ello; no será posible, se advierte que pudiera quedar fuera del TSJ y además, procesado.
Y es que la mayor parte de sus aliados pudieron despacharse bastante bien durante el periodo que éste fungió como magistrado presidente, hay muestras de que las obras que se hicieron, la compra de equipos de cómputo, muebles y otros insumos, se pagaban con un alto sobreprecio, eso es muy característico en la función pública.
Y están por llegar algunos recursos federales precisamente para modernización de juzgados por cerca de 400 millones de pesos, y esa corriente siente que se le va la oportunidad de volver a hacer negocio mediante el manejo de directo a través del arreglo con los contratistas.
El fondo auxiliar, que en el pasado también fue utilizado para autopréstamos millonarios, se ha transparentado, de tal manera que es imposible echar mano de él para cubrir necesidades de gasto interno, hay entonces un acotamiento en la maniobrabilidad, cosa que no ocurrió con Falcón Vega que dispuso de ello a su antojo.
Mucho se polemizó sobre la politización de espacios como el Poder Judicial y el Instituto Estatal Electoral (IEE), por ejemplo, la advertencia de analistas sobre el riesgo de pervertir el camino y caer en la parcialidad permitiendo que los partidos políticos metieran mano, no se escuchó, hoy vivimos las consecuencias de ello.
Acción Nacional vía gobierno estatal, colocó sus piezas ahí para poder tener control en las decisiones colegiadas del tribunal y ahí están las consecuencias, no sólo se condujeron con desaseo algunos de ellos, particularmente Falcón Vega, sino que continúan presionando para la obtención de beneficios porque se quedaron acostumbrados, lo difícil hoy es hacerlos entender que su tiempo quedó atrás y que deberían dedicarse a cumplir con sus responsabilidades.
No es cosa fácil, las ambiciones suelen llevar a la ausencia de razonamientos y a la pérdida de la cordura, pero además, eso es más posible cuando se adolece de compromisos, porque reiteramos, la mayoría de éstos no cuenta con carrera, son espacios logrados mediante acuerdos con gente de partido, que va con intenciones muy específicas, lograr un beneficio personal y de grupo.
Sólo que desde dentro han venido ocasionando un desgaste al TSJ, al que se suma el sindicato que viene jalando con esos panistas, la lideresa, Leticia Castro Balcázar, mal asesorada, está alimentando el fuego y contribuyendo al golpeteo que hace buen rato muestra una inestabilidad en la institución.
Más aún, en el caso de Miguel Ángel Falcón, se destaca que el próximo 15 de mayo podría ser separado de sus funciones por el desfalco de 45 millones de pesos que deberá reintegrar a las arcas del Poder Judicial, sí que el asunto está difícil para el señor.