Todo lo que tiene que ver con la revista mecánica en unidades del servicio de transporte público se quedó congelado. Quien estaba al frente de esa responsabilidad de manera directa era Israel Camacho Huerta, sólo que el propio ex secretario lo enviaba a desempeñar otras actividades que le dejaban más dinero, precisamente el de la venta de todo tipo de permisos.
La cosa es que se comienza a afirmar que algunos percances en vía pública, que incluso han ocasionado pérdida de vidas humanas por el mal estado de microbuses o taxis, se debe de alguna manera, al mal estado en que vienen operando gran cantidad de unidades, porque no están siendo sometidas a revisión, contemplada en ley.
Recientemente una ruta de la línea tres sufrió un accidente en Buena Vista, donde hubo dos muertos y varios heridos y bien pudiera ser consecuencia de omisiones y el cumplimiento de normas de parte de “servidores públicos” como David Gómez, es decir, que hasta en eso puede tener que ver y por qué no, se tendría que hacer la investigación respectiva para deslindar responsabilidades legales.
Camacho Huerta era el director general de revista mecánica, pero como andaba metidísimo en la comercialización de concesiones al mejor postor y eso les dejaba mejores dividendos, dejó a cargo de esta área a la señora Martha Ivonne Hoyos Iragorri, que era la subdirectora.
Pero ¿y cuál es el papel de la supervisión, instancia encargada de verificar en campo que la Ley se cumpla? Como en el caso de los taxis “piratas”, lo que se sabe, por información de la propia secretaría, es que sólo se dispone de seis unidades para inspeccionar todo el estado. Eso es de risa, se entiende el por qué las cosas están de cabeza.
Pero tampoco crea usted que esas seis unidades andan desarrollando su trabajo. No, sólo funcionan tres, pero en buena medida, son usadas para el servicio particular de funcionarios, es decir, no hay quien haga esas tareas y ya sabrá usted, en la calle cada quien hace lo que se le viene en gana, porque no hay autoridad enfrente, lo que es realmente preocupante e inadmisible.
Reiteramos, ese “elefante blanco” que es la Contraloría General de Gobierno debiera hacer algo, hay muchas irregularidades que jamás previo y pareciera que sirvió de tapete a David Gómez Basilio, convalidando todas las irregularidades y actos de corrupción de la manera más burda, porque no se guardaron las formas; las denuncias públicas así lo demuestran.
Y en buena medida, a la falta de aplicación de la revista mecánica pudieran deberse algunos de los percances y accidentes en el servicio público del transporte. Hay unidades en condiciones físicas francamente inaceptables, no deberían ya estar circulando, porque son modelos de más de 10 años, pero ¿Quién pone orden en este rubro? Es una violación a la Ley del transporte, pero a nadie le interesa, no obstante el riesgo que corren los usuarios.
Había en proceso la aplicación de una medida tendiente a obligar a los permisionarios a sacar de la circulación a todos aquellos automotores que no se ajustaran a la Ley en la materia, pero de pronto se suspendió, es decir, se permitió que se violentara la norma, una acción que se antoja muy cuestionable, porque sabemos los fuertes intereses que se manejan en estos rubros. Algún arreglo tuvieron como para dejarlos trabajar con unidades chatarra.
Los intentos oficiales por dignificar el servicio parecen cancelados, hoy no sabemos nada en torno a la capacitación de operadores, a la renovación de unidades o por lo menos su mejora mecánica. Hubo un programa de credencialización precisamente para tener un control interno y que los usuarios supieran en manos de quién son transportados. Algo muy extraño viene pasando, pero que impacta severamente en el nivel de atención que se recibe.
Todas estas omisiones se le atribuyen al pastor Gómez Basilio, por eso sería desafortunado dudar que hay algo de certeza en que es quien está detrás del proyecto del Morebus en la capital del estado y municipios aledaños. Nosotros tenemos el dato de que quien tiene la encomienda de empujarlo es el actual titular de la SMyT y que por lo tanto, sólo está de paso en dicha responsabilidad, pero algunos concesionarios sostienen que es el ex secretario quien ya viene sosteniendo reuniones con líderes de rutas para afinar los acuerdos, que ese era el tema que trataban durante un encuentro con los de Ruta 3 y Ruta 4 cuando fueron captados por las cámaras en un conocido hotel del norte de la ciudad de Cuernavaca.
La realidad es que con todo lo que se menciona en torno a tan polémico personaje queda claro que a pesar de haber sido removido de la SMyT, sigue operando en lo oscurito y pareciera que amarrando negocios millonarios en materia de transporte. Para tal efecto, por lo menos debe contar con la venia del secretario Jorge Messeguer, a quien le opera en esta materia.
Las múltiples evidencias de que está inmerso en un pantano de corrupción y engaños hacen ver que es un riesgo seguirlo “apadrinando”. Si es real algo de lo que se le acusa, deberá ser sometido a proceso legal y eventualmente arrestado, porque no son acciones minúsculas. El fraude en torno a la presunta venta de permisos de taxis sumaría muchas decenas de millones de pesos. Lo de los 10 autos jetta nuevos que se les entregaron es lo de menos, lo más gordo está en las concesiones, pero el colmo es que todavía siga haciendo de las suyas con aparente consentimiento oficial, lo cual despierta la fundada sospecha de que hay beneficiados por encima de él, ¿no le parece?
Radiografia del Poder
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En la SMyT, Basilio dejó un desastre
Omisiones en revista mecánica
El desorden heredado por David Gómez Basilio en la Secretaría de Movilidad y Transporte no se redujo a la comercialización de concesiones y a permitir el “pirataje”, pués alcanzó otras esferas mucho más sensibles y delicadas, por sus repercusiones sociales.
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