El conflicto surgió a partir de la elección de consejeros, el senador Fidel Demédicis Hidalgo y la diputada federal Gisela Mota conformaron un frente de resistencia y de protesta, al que se sumaron otras expresiones, por presuntas irregularidades en la elección.
No obstante, se seguía dando por hecho la llegada al frente del CDE, de José Luis Correa Villanueva y Óscar Rosas, como presidente y secretario general, respectivamente, luego de un intenso cabildeo al interior de las filas del perredismo, aunque la contra parte amenazaba con elegir a su propio comité.
Con base en resultados de la elección pasada de consejeros, Demédicis Hidalgo mantenía hasta ayer el control de la Secretaría de Finanzas, sin embargo, a partir del más reciente proceso, habría sido despojado del manejo financiero y era una de las posiciones reclamadas por el mismo.
Incluso, los legisladores locales debieron abandonar los trabajos de la sesión ordinaria el día de ayer para poder asistir al consejo, programado para arrancar después de las cuatro de la tarde, ello generó un vacío en el congreso, donde lo más trascendente fue la presentación de pruebas documentales por parte del fiscal general de justicia, Rodrigo Dorantes Salgado, a fin de que se inicie un juicio de procedencia y desafuero en contra del diputado Manuel Martínez Garrigós.
La distribución de espacios y carteras al interior del comité directivo es el origen de las inconformidades y se esperaba que el consejo se alargara considerablemente, sobre todo por las expresiones de protesta, porque los que se manifestaron en la sede del instituto, iban con la intención de expresar sus razones.
No obstante, las corrientes predominantes hacía semanas que habían definido la elección, desde hace más de un mes se tenía conocimiento de que Correa Villanueva se perfilaba como el virtual dirigente estatal, un político muy identificado con el gobernador Graco Ramírez Garrido, que ha venido desarrollando trabajo de inteligencia y estrategia político-electoral desde hace muchos años.
El grupo del mandatario, también en alianza con Izquierda Democrática (ID) y otros movimientos, lograron dominar la elección de consejeros, asegurando la presidencia y secretaría general del comité y relegan a algunas fuerzas, sobre todo, aliadas al senador Demédicis, quien continuaba insistiendo en que se enfrentó a una elección de estado, sin embargo, sus reclamos no prosperaron ante la comisión de honor y justicia del CEN del PRD, por lo tanto, cambiar el escenario en la composición de las estructuras de la dirigencia, quedaba a voluntad y acuerdo de las partes en conflicto.
Atlas de la violencia
Y en el tema largamente anunciado respecto a la presentación del “Atlas de la violencia e inseguridad en Morelos”, ayer, con un esfuerzo desarrollado entre la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia, se dieron a conocer estadísticas y referencias sobre el delicado asunto de la inseguridad.
Se continuó insistiendo en que las políticas de combate y prevención no son las correctas y que por el contrario, la conformación del Mando Único policiaco llevó al descuido de estrategias programadas con anticipación y que tenían que ver con un diseño propuesto en torno al denominado “corredor seguro”, que involucraba al Distrito Federal, Morelos y Guerrero.
El evento fue presidido por el rector de la UAEM, Alejandro Vera Jiménez, el poeta Javier Sicilia, el presidente y vicepresidente del colectivo, Raúl Benítez Manaut y Sergio Aguayo Quezada, pero también el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro hizo presencia muy breve.
Ahí se habló de números procedentes de diversas fuentes, entre ellas, algunas de índole federal, incluyendo datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), estudios levantados en campo en los 33 municipios de Morelos y del sistema nacional de seguridad, por citar algunas.
Particularmente se hizo hincapié en delitos de alto impacto, considerando que el secuestro sigue siendo uno de los más altos a nivel país, seguido del feminicidio y actividades relacionadas con la distribución de drogas, es decir, de la presencia de la delincuencia organizada.
A diferencia de acciones anteriores en la materia, impulsadas por los mismos organizadores, en esta ocasión fue notoria la ausencia de líderes partidistas, diputados locales, federales o alcaldes, sólo dirigentes de organizaciones no gubernamentales, también del sector campesino del Partido Revolucionario Institucional.
Cabe mencionar que el Colectivo de Análisis es una asociación civil que inició con donativos de algunas fundaciones internacionales, entre éstas, la Ford y en el 2008, también recibió fondos del Open Society Institute, es de esa manera como ha logrado financiar sus actividades y en esta ocasión, coparticipó con la universidad local para lograr sumar información en torno al tema de la violencia e inseguridad local.
En lo que toca a la UAEM, conformó grupos de estudiantes que hicieron un levantamiento territorial sobre el rubro, a fin de actualizar algunos datos que ya se tenían, pero que correspondían a encuestas pasadas. En dicho ejercicio, la percepción social al respecto continúa mostrando índices alarmantes, cerca del 80 por ciento de los consultados dijeron vivir en medio de un clima de preocupación por la grave inseguridad. También relataron experiencias desafortunadas por sucesos ocurridos a familiares cercanos y conocidos.
La sugerencia en la exposición del atlas continuó insistiendo en la necesidad de revisar las estrategias de combate y persecución de la delincuencia, haciendo énfasis en que no existen resultados tangibles, no obstante la importante inversión que al respecto se ha venido haciendo, aunque habría que considerar que en estos momentos, lo que ocurre en el vecino estado de Guerrero tiene fuertes repercusiones en Morelos.