Aquí a lo corto, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya ha decidido colocar dos o tres candados, que serán requisito indispensable para quienes aspiren a cualquier cargo de elección popular. En primera instancia, serán sometidos a un riguroso análisis interno, luego se desarrollarán encuestas a fin de valorar su liderazgo frente al resto de los contendientes. Vendrá después un examen de polígrafo y de confianza y finalmente, un debate público entre los que quieran la misma posición.
Claro, igual y como en el PRD, pudieran acabar pidiendo a la Procuraduría General de la República (PGR) que les presente antecedentes de sus cuadros para poder tener mayor certeza y no llegar a extremos como en lo que se refiere al perredismo, particularmente en Guerrero.
La factura que los amarillos pagarán por ese error, se aprecia, pudiera ser mayúscula. De entrada, insistimos en que difícilmente podrán mantener el control del gobierno estatal en la elección del año venidero tras lo ocurrido con los 43 normalistas aún sin aparecer.
En Morelos no se ha presentado un caso similar; que bueno, pero eso tampoco significa que no existan compromisos, sobre todo a nivel de ayuntamientos, con grupos de la delincuencia organizada.
En Emiliano Zapara se habló de cosas terribles la administración anterior, algo bastante parecido a lo de Iguala, porque aquí también se mencionaba que era la esposa del edil la que tenía el mando y el control en ese terreno.
Sigue habiendo más evidencias, reiteramos, las instituciones federales y estatales no le han querido entrar al toro por los cuernos en lo que tiene que ver con Amacuzacç Habría que ver si el diputado local Alfonso Miranda Gallegos y el alcalde Noé Reynoso Nava aguantarían una investigación en serio, son demasiados los señalamientos como para que sólo se trate de calumnias.
Quizás en Guerrero la cosa esté mucho más complicada, los antecedentes históricos nos llevan a considerar que hay razones para ello, pero aquí de ninguna manera estamos en la gloria. Por eso las instituciones partidistas parecen comenzar a entender que ya no es posible que cualquier hijo de vecino pueda ser aceptado con alguna candidatura, pués los riesgos de que se cuele toda clase de pillos son demasiados.
Y en ese sentido, los priistas han determinado establecer reglas que limiten los accesos, es necesario ir eliminando toda esa perversión política que tomó fuerza gradualmente y que pareciera hoy indestructible. Aunque lo que pasó en el estado sureño no tiene nombre, es ya el exceso y la burla, la muestra de que los mañosos le perdieron el miedo al mismo gobierno, simplemente porque en algunos casos ellos son el gobierno.
Pero ya con el propósito de valorar el capital político de sus cuadros, los priistas andan desarrollando encuestas de opinión en todo el estado, los números no son malos, a nivel de partido, pero el conflicto y descenso en las tendencias se presenta cuando aparece el candidato.
Las estadísticas nos siguen señalando que esta será una elección muy cerrada entre el PRD y el PRI. De manera territorial, los panistas van a oponer cierta resistencia, pero en Cuernavaca y la zona conurbada, en el resto de los municipios su presencia es muy inconsistente.
Se ve una especie de equilibrio incluso a nivel de dirigencias, en ambos casos lograron superar sin mayores rupturas la reestructuración de sus comités. En el PRD la llegada de José Luis Correa Villanueva le da más presencia a la institución, es un personaje con mucha trayectoria, conoce de estrategias electorales y sabe de acuerdos, cuando hay que tenerlos, no es mas presidente.
En lo que corresponde al PRI, Rodolfo Becerril Straffon también cuenta con autoridad como para poner en orden a todas las corrientes, la mayoría de priistas lo ven con respeto, porque se trata de un hombre preparado, muy consciente del momento que vive y también será factor para dar más confianza a sus cuadros a la hora de la verdad.
Por eso estimamos que va a ser un duelo interesante, y si el perredismo va a contar con todo el apoyo de las arcas gubernamentales estatales, el priismo seguramente será respaldado con todo desde la presidencia de la República, así que por dinero no van a parar, sin embargo, insistimos, lo más peligroso es que la delincuencia organizada logre superar los obstáculos que se le van a poner y acabe colándose en algunos ayuntamientos, que es donde suelen darse más esas cosas.
Igual y uno que otro aspirante a diputado local o federal llega a caer en la tentación ante la insuficiencia de financiamiento, aceptando dinero sucio, pero es menos grave. En el caso de las alcaldías sí pone en peligro la gobernabilidad, porque con esas facturas pendientes, los mañosos se cobran fuertes intereses y acaban descapitalizando a la propia autoridad.
Y a ese respecto, ya vemos por ahí a más de un aventurero, personajes ofreciendo dinero a diestra y siniestra, tratando desesperadamente de comprar candidaturas en cualquier partido. Ello por sí solo tiene que ser un indicio de desconfianza, porque los recursos que maneja no tienen origen claro.
Por lo pronto, por todo lo que pasó en Guerrero, el PRD llega bastante lastimado, seguro que le costará muchos votos aquí en la entidad, y lo menos que tienen que hacer es cuidar muy bien la elección de sus cuadros, de otra manera se estarían despidiendo anticipadamente del control del poder en la entidad.
Radiografia del Poder
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¿Por aquello de la maña?
Filtros, a aspirantes del PRI
Los escándalos políticos de los últimos tiempos, consecuencia de muestras de complicidad entre delincuentes y personajes de la vida pública, han venido obligando a los partidos a tomar precauciones a fin de intentar por lo menos, colocar filtros que impidan el ingreso de dinero de dudosa procedencia a las campañas, pero más aún, para evitar que como ocurrió en el caso del alcalde con licencia de Iguala, José Luis Abarca, presuntos mafiosos obtengan candidaturas u hasta lleguen a gobernar.
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