También referimos en su oportunidad que ambas instituciones tienen dirigentes partidistas con experiencia y capacidad: el tricolor es conducido por un viejo y experimentado político, Rodolfo Becerril Straffon, que además, es un excelente orador en tribuna y doctor en Economía.
Los amarillos instalaron como presidente del CDE a José Luis Correa Villanueva, un personaje que se ha destacado en estrategias electorales, en reformas bastante novedosas en la materia y que, al igual que Rodolfo, conoce las entrañas del sistema político mexicano, es decir, en ambos lados hay materia gris y ese será un duelo interesante.
El ejercicio del poder público desgasta, sin duda que la administración estatal enfrenta ya una pesada carca en ese sentido, que se traducirá en votos de castigo para el partido de izquierda, pero lo mismo ocurre a nivel federal. No es ya la tendencia de apoyo mayoritario con la que llegó el presidente de la República Enrique Peña Nieto; las tendencias han bajado, así que en lo que corresponde a territorio morelense, en ambas trincheras hay facturas que se están pagando.
Es decir, tanto Becerril como Correa tienen que remontar obstáculos enormes, aunque también llevarán algunas ventajas nada despreciables: el PRI, a través de la presidencia de la República y de sus delegaciones, podrá inducir el voto ciudadano, incluso, seguramente contarán con financiamiento económico para las campañas electorales y todo tipo de apoyos adicionales.
El PRD en la entidad ya ha dado muestras de que dispone de todo el apoyo del gobierno estatal. Lo vemos en Cuernavaca, donde Jorge Messeguer Guillén, que es el propuesto por el mandatario para ser el candidato a la comuna capitalina, indudablemente trae mucho recurso para buscar su posicionamiento, así que casi en todo van parejos tricolores y amarillos.
Todo lo anterior no ocurre con el resto de los partidos, Acción Nacional (PAN), por ejemplo, no tendrá ya la bendición de gobierno estatal y federal, eso sencillamente indica que no contarán con los recursos suficientes como para equilibrar las maletas de los otros dos y quiérase o no, es una desventaja, independientemente de que luego de perder el poder quedaron bastante desgastados, por eso estimamos que tendrán un descenso en sus respectivas representaciones, ya sea a nivel de ayuntamientos o legislaturas locales y federales.
Los otros institutos enfrentarán todavía mayores problemas financieros, tal vez el Partido Verde Ecologista sea la diferencia, porque se ve que le vienen poniendo muchas ganas a la pre campaña, el resto difícilmente va a pintar, incluyendo al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) cuya presencia se antoja será muy regional. Sus estructuras no parecen las adecuadas, la mayoría de los dirigentes son cuadros ya muy vistos, desprendimientos del PRI, PRD y PAN que cuando tuvieron su oportunidad, la desaprovecharon, por eso sentimos que no van a hacer mayor cosa.
Todas esas consideraciones nos llevan pues a pensar que la lucha cerrada será entre priistas y perredistas, tienen dinero para el proceso, llevan en este momento buenos dirigentes y eso necesariamente se refleja, disponen de estructuras de partido casi completas en toda la entidad, una vez que comience el proceso, lo vanos a ver, llegarán a todos los rincones a buscar el sufragio en una disputa cuerpo a cuerpo.
Al presidente Peña Nieto le interesa ganar el mayor número de diputados federales posibles para poder tener control en la Cámara Baja; el gobernador Graco Ramírez va por la alcaldía de Cuernavaca y la mayoría en el Congreso local, así que por ahí vendrán los movimientos y la búsqueda de posiciones.
Estamos a punto de comenzar lo más intenso de la justa de junio del 2015, vamos a momentos de confusión, de toda clase de discursos y ofrecimientos, promesas, que no lo olvide estimado elector, son de campaña y por lo tanto, hay que darles la menor credibilidad para no acabar decepcionados como siempre.
Será un año algo difícil económicamente, porque un monto considerable de los recursos públicos se entregan a los partidos y a los órganos electorales, cuando podrían ir a inversión pública que tanta falta nos hace, pero de usted depende que por fin elijamos a los cuadros correctos y no permitamos que vividores de la política y del presupuesto sigan sangrando las arcas públicas y los ayuntamientos.
No es nada sencillo, a veces nos dejamos llevar por dádivas y apoyos simbólicos que no inciden en nuestro entorno social, son estrategias de partidos y candidatos para llevarnos a votar por ellos, luego viene el cobro de facturas, nos hacen la vida imposible desde sus respectivos cargos.
Lo entendemos, hay quienes no tienen ni para darles a sus hijos de comer las tres veces al día, una despensa los alimenta dos o tres días, pero a decir verdad, esos políticos muestran con ello su deshonestidad, compran el voto y eso es ya corrupción Cuando ejerzan el poder lo harán en su beneficio, no en el nuestro, por eso tenemos que saber elegir.
Claro, a veces no hay ni a cual ir, es cierto, pero entonces votemos por el menos malo, aquel que se comprometa a trabajar con nosotros, a enfrentar los problemas juntos, sin más oferta que el trabajo mismo, de los que también es cierto, hay muy pocos.
De todas maneras, seguimos insistiendo en que son priistas y perredistas los que se van a llevar la mayor tajada del pastel, los que se repartirán la mayoría de las 18 diputaciones locales de mayoría, las cinco legislaturas federales y las 33 alcaldías, los demás buscarán llegar al recinto legislativo por la vía de la representación proporcional, en lo que toca a diputados, pero no será fácil que ganen distritos o comunas.