Entre sus compromisos de Messeguer está el combatir los focos de corrupción muy visibles, sobre todo a nivel de delegaciones y cuyos responsables continúan en funciones, a pesar de no haber aclarado asuntos bastante delicados.
En su oportunidad, en este espacio le presentamos pruebas y elementos de hechos de corrupción consumados, como en el caso del delegado de Jojutla, Raúl Barranco Román, quien además presume ser familiar del ex subsecretario Merino Román.
A él se le comprobó la regularización de una unidad Porsche, en cuyo trámite evadió pagar más de 60 mil pesos a las arcas oficiales. Por sucesos como ese, pero cometidos en el ayuntamiento de Xochitepec, donde fue secretario, el Congreso local advierte que buscará auditarlo a través de su órgano competente, a fin de deslindar responsabilidades.
Pero también está el otro caso del delegado de Xochitepec, Jesús María Mejía Sánchez, quien dio de alta en el padrón un auto Lamborghini, con una factura falsa que valuaba la unidad en poco más de 800 mil pesos, cuando su valor real era de tres millones de pesos. Aquí el nivel de evasión en el pago de impuestos fue mayúsculo y no ha pasado nada, ambos delegados siguen en funciones, ¿qué está pasando?.
¿Cuál es el compromiso con esos personajes?, porque es claro que siguen haciendo de las suyas, ¿acaso aquí funcionará el paso de corriente?, porque de otra manera ya habrían sido llamados a cuentas y no es cosa menor, el delito de evasión es cometido por servidores públicos, en el caso de ambos.
En primer término, se les tendrá que requerir para que repongan los impuestos no pagados; en segundo, lo que corresponda en la falsificación de documentos; y en tercero, para darles las gracias, no sin antes llevarlos a proceso legal, ¿no le parece?.
En todo lo anterior ya hay una omisión de parte del actual secretario, que de continuar, llegará a convertirse en corresponsabilidad, pero sólo son temas que quedaron pendientes, que por constituir hechos de delito no se pueden quedar así, y otra cosa es el cumplimiento en sanear la secretaría para evitar en lo sucesivo conflictos como los registrados en la zona oriente y donde ya hubo víctimas fatales.
¿Qué pasó con la modernización integral del sistema de transporte público?, es ya un disco rayado, llevamos décadas escuchando el mismo tema, sólo han sido discursos vacíos, la calidad en la prestación del servicio no mejora, eso lo vivimos todos los días.
Se sigue manejando el argumento del Morebús como la gran solución en el rubro, pero al paso que vamos podría ser un proyecto frustrado, ya vamos en la segunda mitad del sexenio, la fortaleza para doblegar a los que se oponen empieza a menguar y al final nos quedaremos como el perro de las dos tortas, ni modernización ni Morebús, sólo promesas en el aire.
Messeguer sustituyó a Manuel Santiago Quijano con el fin de avanzar en muchos aspectos que estaban atorados, pero no hay movimiento alguno, por el contrario, algo así como un retroceso, lo bueno es que muchos concesionarios le siguen dando tregua, pero ésta no es eterna, ya el tiempo de gracia debe terminar.
No es cosa sencilla, en este rubro se manejan intereses muy gordos por los fuertes monopolios que existen, sin embargo, tampoco parece haber mucha voluntad o compromiso para mejorar por parte de los recién llegados, que mantienen intactas las estructuras, aquellas que definen, porque sólo se han abierto espacios para instalar a los cuates y ese no era el objetivo.
Pero fundamentalmente nos referimos a funcionarios que han cometido delitos bastante graves y siguen sin ser tocados, como evidenciando que hay redes de complicidad que parecen indestructibles e impiden la aplicación del derecho y la justicia.
La SMyT necesita de personal de tiempo completo y como que el actual responsable no le ha tomado la seriedad que corresponde, sigue pensando en asuntos electorales, ya hasta integró un grupo de esa naturaleza al que seguramente le dedica su tiempo, en lugar de cumplir con sus encargos.
Bien el secretario, por una parte, evitó llevarse a “aves de mal agüero” que sólo iban a darle dolores de cabeza, sus intenciones no podían ser sanas luego de lo que hicieron, muy concretamente en el caso de Gómez Cruz, “A” “la Quesadilla”, pero eso no es suficiente, alguien deberá empezar a poner remedio a los males que tiene ese enfermo y que ya son crónicos.
Y cuando alguien aprieta, aparecen declaraciones hasta excesivas, como aquello de que se someterá a antidoping a todos los operadores. Que se les certificará y tantas otras cosas que, igual y servirían, pero da la impresión que todo eso acontece cuando se busca superar alguna coyuntura difícil.
Esas versiones se dieron cuando hubo graves incidentes que cobraron vidas humanas, luego de aquello no ha pasado nada, como que se echa mano de todo tipo de ocurrencias. Sin embargo, es de considerar que en materia de transporte hay temas que ya no pueden esperar porque el rezago se sigue acumulando.
Ya los empresarios del ramo comienzan a generar presión para un nuevo incremento a la tarifa mínima, sin embargo, no hay ningún esfuerzo para ofrecer mayor calidad y sobre todo seguridad al usuario, porque en efecto, la delincuencia es otro fenómeno creciente, en las unidades despojan a los pasajeros y no se sabe si en algunos casos es en complicidad con los choferes, porque a ellos no los tocan y todo eso es parte del sistema mismo.