Ahí despotricó en contra de algunas comisionadas que por no formar parte de su grupo cerrado de aplaudidores, le son incómodas, sobre todo para los intereses que parece, se han empezado a manejar en esta instancia de reciente creación, de cuyo presupuesto ya habrían desviado decenas de millones de pesos.
A la señora le ha ido como en feria en las redes sociales y en otros espacios informativos más donde se ejerce la libertad de expresión, sobre todo porque si de algo no pueden presumir las actuales autoridades estatales, es de pulcritud y buen uso de los recursos públicos del erario.
Propuso que esas comisiones -cinco en total- fueran de carácter honorífico, es decir, que no cobraran salario alguno. Igual y no es mala la idea, el problema es quién lo dice. Si en verdad quisieran cuidar el dinero de los contribuyentes, tendrían que empezar por su propia casa.
Es ya públicamente una verdad el hecho de que los hijos –por instrucciones y consentimiento de la pareja de gobernantes en Morelos- están metidos en prácticamente todos los negocios que tienen que ver con la actividad gubernamental. Por lo menos a nivel de percepción, jamás habíamos visto un régimen con tal grado de corrupción y perversión y en esto también existe la verdad pública de que es Cepeda de León la que impone condiciones, aún sobre su marido.
Así que lo mejor que puede hacer, es por lo menos guardar las apariencias y conducirse con más decoro y respeto ante la dignidad de los demás, porque aunque ella por sus acciones piense que ya no hay seres humanos con honor, todavía existen y el respeto se gana con respeto. ¿No le parece?
Contaminación, anclados a la CDMX
Más allá del insuperable problema de la inseguridad, nadie puede negar tampoco que como país o estado, seguimos siendo mal ejemplo en el contexto internacional en lo que toca al cuidado de nuestros recursos y el medio ambiente, venimos padeciendo un deterioro constante en la materia y en torno a eso, desde luego que hay responsables.
De un tiempo corto a la fecha, la Ciudad de México presentó condiciones alarmantes de contaminación que han obligado a sus autoridades a tomar medidas radicales a fin de amortiguar los efectos de ese fenómeno, y como estamos tan pegados de ellos, pues nosotros no podemos escapar a esas decisiones y estamos además obligados a secundarlas.
Los contaminantes tienen origen múltiple, sin embargo, el vehicular es el que trae de cabeza a las autoridades en estos momentos y aplicando todo tipo de restricciones en lo que toca al uso de automotores y de funcionamiento de algunos establecimientos industriales que también contribuyen con algo de ozono a la atmósfera.
Alguien, analizando el problema hacía algunas observaciones puntuales respecto a las causas que nos llevaron a enfrentar condiciones de contingencia ambiental, y entre otras cosas, hacía hincapié en que en buena medida, se debe a políticas públicas erróneas o medidas poco coercitivas contra aquellos que hace mucho generaban daño y contaminación.
Pero igualmente refería que finalmente es el ciudadano quien tiene que pagar los platos rotos y los excesos de las autoridades, ellas pueden equivocarse, incluso permitir acciones incorrectas por intereses creados entre grupos de poder, pero cuando algo sale mal, hay que apretar al gobernado.
Y lo que ocurre en la Ciudad de México se reproduce puntualmente en el estado y de ello venimos dando cuenta desde hace algún tiempo. Si bien las dimensiones del asunto son distintas, es porque la densidad poblacional entre Cuernavaca y la capital del país por ejemplo, es inmensamente diferente.
Acá, sumados los municipios conurbados acaso se rebasa el millón de habitantes, allá son más de 22 millones. Sin embargo, aquí en horas pico de tráfico las cosas no andan muy bien que digamos y en su momento lo ha afirmado el secretario de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras McBeath, respecto a que en algunas zonas de alto conflicto vehicular, como es la parte Centro de la ciudad y algunos tramos de Plan de Ayala, los índices IMECA llegan a niveles preocupantes.
Por eso y previendo que con lo que ocurría en la capital del país tendríamos que tomar previsiones, se comenzó a hablar del “Hoy no Circula”, que entendemos ya es una medida que se aplicará por primera vez en nuestra entidad y casi por disposiciones de las autoridades federales y del gobierno capitalino.
Pero si eso no fuera suficiente, desde la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMyT) se siguen autorizando y vendiendo permisos, y no sólo en nuestra zona de influencia, es en todo el estado, porque además, es un jugoso negocio de los funcionarios en turno, con el titular Jorge Messeguer a la cabeza.
Mire, si hicieran un estudio de mercado, con seguridad que reflejaría esa sobreoferta y aconsejaría sacar de la circulación a una tercera parte de los ruteros y tal vez al 50% de taxistas y en eso hablaríamos de unas 15 mil unidades entre ambas categorías de servicio fuera de las calles. ¿Y eso no ayudaría un poco a controlar el asunto?, claro que sí, pero los intereses hoy son primero, como lo han sido en el pasado para los regímenes en turno.
Abogados, con Blanco Bravo
En la búsqueda de mecanismos e instrumentos a fin de lograr encauzar la administración municipal por buen rumbo, el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, ha venido aceptando el apoyo de diversos grupos organizados de la sociedad civil, particularmente de aquellos con algún nivel profesional.
Ayer sostuvo un encuentro con miembros de la Confederación Nacional de Colegios de Abogados, cuyo presidente del consejo directivo es José de Jesús Navejo Macías, y lo que él indicó es que el sustento de la reunión fue buscar la manera de contribuir al esfuerzo del Ayuntamiento en rubros como seguridad y deporte.
Claro, el alcance de los acuerdos es mucho más amplio, porque en calidad de conocedores del derecho, pueden aportar mucho en diversas materias del desarrollo humano y social, pero de entrada, van por conceptos muy específicos.
Por cierto, el señor dijo que Morelos pasa por una situación bastante preocupante en lo referente a la inseguridad y delincuencia, recordó que algunos abogados fueron víctimas de la ola de crímenes y que conjuntamente con Guerrero y Tamaulipas nos situamos en circunstancias bastante delicadas.