Ayer la marcha de protesta en contra de la reforma educativa, de despidos, para ellos injustificados y por reclamos diversos no resueltos en materia de atención a los profesores, se apreció bastante nutrida. Somos malos para los cálculos, pero estimamos entre tres y cuatro mil los asistentes y eso es significativo, porque la coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), aquí históricamente suele mover unos 400, no más.
Lo anterior nos lleva a pensar que ya también el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), o sea el institucional, apoyó con algunos contingentes y ello refleja que lejos de venir a menos, el conflicto cobra relevancia y a medida que los tiempos electorales se aproximen, las cosas pudieran complicarse.
En Oaxaca, Chiapas y Michoacán las protestas vienen contaminadas políticamente, por eso es casi imposible encontrar un punto de acuerdo, a pesar de que el gobierno federal abriera la mesa de diálogo, ya que la posición será no ceder y elevar el nivel de reclamos, precisamente para sabotear los acuerdos.
Está muy claro, el líder moral del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Andrés Manuel López Obrador es quien mese la cuna de la CNTE y los llevará hasta el límite que sea necesario, mientras le sirvan para calentar más la plaza electoral.
La más reciente movilización que encabezó en la capital del país dejó ver que el viejo todavía tiene lo suyo, aspira por tercera ocasión a la presidencia de la república para el 2018 y como ya creó su propio partido, pues nadie se la va a quitar. Pudiéramos sin lugar a dudas decir desde ahora que ya tiene apartado un lugar en las boletas de la justa que viene.
Los maestros de esa ala radical están trabajando con él desde hace mucho e incluso se aprecia que están muy conscientes de lo que hacen, es decir, provocar desorden y violencia buscando el enfrentamiento con las fuerzas públicas, para desestabilizar algunas regiones del país.
Pero de las instancias educativas ofrecen además una serie de elementos como para alimentar la inconformidad en el magisterio, pues vienen ofreciendo caldos de cultivo para la rebelión y consideramos que ese es el caso de Morelos, porque la secretaría del ramo sigue quedando mal con ellos.
Con base en todo tipo de presiones, los maestros jubilados lograron comprometerlos a pagarles prestaciones retenidas con argumentos poco convincentes. Todavía no les cubren todo y aunque al final cumplan, de todas maneras el enojo de los mentores nadie se los va a quitar.
Ven al gobierno de Graco Ramírez y sobre todo al mismo gobernador como el principal obstáculo y por lo tanto como un enemigo al que le perdieron el respeto y la confianza hace tiempo. Lo acusan de estarles robando su dinero y de tratarlos con desprecio, no obstante que son los responsables de formar las nuevas generaciones.
Es contradictorio que mientras Ramírez Garrido insista en sus discursos que la educación es el instrumento principal para sacar a un pueblo de la ignorancia y la pobreza, en los hechos muestre lo contrario, regateando cada peso para el sector.
La Sección 19 del SNTE no está nada contenta con lo que acontece en la entidad en esa materia, han guardado las formas y siguen haciendo el esfuerzo a fin de conducirse con mucha decencia y respeto a pesar de las agresiones, porque finalmente son personas con criterio y madurez, pero tampoco están dispuestos a dejarse pisar la sombra.
Es decir, las condiciones están dadas como para que en masa, salgan a la calle para demostrar que pueden defender sus derechos, así sea en contra del Estado y por eso es que la movilización de ayer fue en cierta medida exitosa.
Se comienza a apreciar que el sector educativo incidirá de manera significativa en el rumbo que tomen las elecciones del 2018, por lo menos en Oaxaca, Michoacán y Chiapas, los profesores han logrado la suma de muchos padres de familia y eso suele ir generando inercias.
Desde hace buen rato, es el tema que le ha dado a López Obrador bandera electoral para ir en ascenso en sus aspiraciones, no lo va a soltar por nada, sabe que le está dando resultados bastante importantes. Desafortunadamente en aquellas entidades arriba mencionadas, se llega a los extremos, porque la población en general es víctima de los bloqueos y aislamientos que amenazan con el cierre de empresas y carestía en el abastecimiento de todo tipo de alimentos.
Morelos ha sido un bastión de la izquierda, en particular, Andrés Manuel ha capitalizado buena parte de las preferencias electorales en las elecciones, desde el 2006 a la fecha, así como andan las cosas no creemos que en lo sucesivo sea diferente, por eso no hay que perderlos de vista.
En la justa del año pasado, Morena fue un fracaso en la entidad pero fue consecuencia de una mala elección de candidatos, quienes impulsaron las fórmulas se despacharon con todo, no permitieron la inclusión de cuadros valiosos y más bien echaron de la casa a miles de simpatizantes.
Si ese error no se repite en la siguiente contienda, los números van a cambiar, pero además para la lucha electoral del 5 de junio del 2015, no estaba en juego la presidencia de la república, por lo tanto Andrés Manuel no jugaba, en el 2018 sí y esa será la diferencia.
En efecto, la mejor manera de sacar adelante a un pueblo es dándole formación y preparación, las nuevas generaciones deberían venir ya con capacidades diferentes con base en la enseñanza, pero se les sigue engañando y regateando, incluso manipulando, sin que falte el hurto y negación de sus derechos, eso habla de la mala voluntad oficial hacia la educación.
Conocemos el ánimo que priva en la mayoría absoluta de los maestros, son pocos los que se arriesgan a salir a las calles, por las amenazas y presiones de que son objeto por parte de las autoridades educativas, pero ganas les sobran, hay un desprecio del gobierno hacia su esfuerzo, comenzando por la falta de apoyo e instrumentos para la docencia.