Desde el sector oficial y con base en los reportes de la Policía de Tránsito, se habló de 30 mil personas, pero los organizadores decían que sumando las protestas de Cuautla y Jojutla, se llegaba a cerca de 50 mil. Nosotros aquí mejor diremos que se trató de una cantidad histórica, no recordamos otra expresión tan multitudinaria, porque en los momentos más críticos de las movilizaciones en contra de Jorge Carrillo Olea, se hablaba de 25 mil.
Los contingentes partieron de tres puntos de la ciudad, el sur, el oriente y la glorieta Emiliano Zapata al norte de la capital, que fue el más numeroso, se dijo que eran cerca de 20 mil. Como quiera que sea, se sentaron precedentes y eso es interesante, ahora habrá que esperar cuál es el efecto de esos reclamos.
Cabe señalar que en torno a la denominada “marcha de marchas”, se generaron muchas expectativas, se sembraron rumores de toda naturaleza, como aquello de que los accesos a la metrópoli serían cerrados a partir de las seis de la mañana y fue por eso que muchos decidieron no salir de sus lugares de origen, porque además, se afirmaba que ello se aplicaría en las tres zonas conurbadas de la entidad, Cuernavaca, Jojutla y Cuautla. Finalmente sólo se trataba de marchas por algunas vialidades a fin de concentrarse en un mitin central.
Pero todo ello propició que desde muy temprano, la capital luciera vacía en su tránsito vehicular, el acceso fue muy rápido por lo menos hasta pasadas las nueve de la mañana, porque además, un considerable número de unidades del transporte público no prestaron el servicio y la mayoría de las que lo hicieron no cobraron el pasaje.
Decenas de camiones fueron estacionados en zonas como Plan de Ayala, avenida Morelos, avenida Emiliano Zapata, como medida de protesta de los permisionarios por la aprobación de la ley en la materia que permite la puesta en marcha del Morebús y ese solo hecho aligeró la afluencia vial.
Se había advertido de posibles hechos de violencia, muchos le apostaban a eso a fin de desacreditar la movilización, no obstante, particularmente la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) vía el rector Alejandro Vera Jiménez decidió aplicar una especie de decálogo, en el que se aconsejaba evitar cualquier, exceso a fin de impedir la provocación, ya que se advertía de grupos de choque que serían infiltrados por parte del sector oficial.
Ante ello, al interior de las sedes de los tres poderes, se instalaron cientos de elementos policiacos, se estima que por lo menos se echó mano de unos 500 agentes de las corporaciones estatales a fin de impedir cualquier intento de los manifestantes, por apoderarse de las mismas. Pero afortunadamente no pasó nada, la marcha fue pacífica, con las características expresiones de rechazo a las políticas gubernamentales insuficientes para recuperar la paz y la tranquilidad ciudadana.
Al término de la marcha, fue el rector el único orador, quien insistió en que la ausencia de resultados en materia de seguridad, es consecuencia de la colusión entre políticos y ladrones. Consideró que bajo las circunstancias actuales, es necesario un gobierno de reconciliación, a fin de intentar recuperar el tejido social.
Y entre los acuerdos de la protesta, dijo que los diversos grupos que conforman el Frente Amplio Morelense decidieron quedarse en un plantón permanente que se mantendrá ahí hasta que se dé una respuesta a las exigencias.
“Aquí nos quedaremos, la lucha apenas comienza y vamos hacia una amplia consulta popular en busca de recuperar la soberanía popular perdida por los malos gobiernos”, diría el rector al final de su intervención. Pero aclaró que el diálogo sólo se aceptará con el gobierno federal, “de lo contrario, nos iremos radicalizando gradualmente”.
Desde el sector gubernamental, se siguen haciendo toda clase de especulaciones, una de ellas, que el gobierno está esperando un mínimo error del presidente de la Federación Auténtica del Transporte, Dagoberto Rivera Jaimes, para ir por él. O sea, que la idea sería detenerlo, por considerarlo uno de los principales cabecillas del sector.
Bueno, un funcionario consideraba que la advertencia del secretario de Gobierno Matías Quiroz Medina, en el sentido de retirarles las concesiones si bloqueaban la ciudad, había dado resultados, que por eso sólo se limitaron a suspender parte del servicio público de usuarios.
Otros más, insistían en que la Federación sigue apoyando a la administración pública estatal y que está programada la visita, para mañana jueves -aunque aún no estaba confirmada- del secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong para reunirse con presidentes municipales en asuntos de políticas públicas y que también el titular de educación, Aurelio Nuño, haría lo propio en fecha próxima.
Del otro lado de la barrera, los análisis eran todo lo contrario, lo menos que se decía ayer es que hay un serio conflicto en la entidad, la polarización de fuerzas que amenazan con un gran choque y lo más prudente sería buscar puntos de coincidencia antes de que los ánimos se calienten más entre las partes.
Abogados, catedráticos y empresarios que participaron ayer en la movilización, estimaban que tendrían que diseñarse algunas formas de lucha más eficientes a fin de que lo de ayer tuviera repercusiones en el sentido esperado, como conformar una especie de grupo colegiado que le dé seguimiento a la respuesta de los distintos reclamos de los inconformes.
En lo referente a los participantes de la marcha, los universitarios, seguidos de los transportistas fueron los que más contribuyeron y en lo que toca a los partidos, únicamente el Partido Acción Nacional (PAN) se sumó como tal, los demás decidieron mantenerse a distancia y apoyar únicamente mediante declaraciones públicas.
Seguramente ya con menor intensidad que ayer, se aseguraba que también hoy miércoles habría movilizaciones y problemas de tránsito vehicular, sobre todo, de parte de los permisionarios del transporte y que la resistencia llevará algunos días más.