Sin embargo, a diferencia de otros encuentros que han venido protagonizando, en este se presentaron elementos adicionales que le dieron mayor trascendencia y realce a sus acciones. Al evento, en calidad de invitados, acudieron el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez y el escritor y poeta Javier Sicilia.
Bueno, el rector hasta se echó un discurso, haciendo un llamado a luchar por la civilidad, la paz y la armonía, como instrumentos para fortalecer la gobernabilidad y el entendimiento entre los seres humanos. Cabe recordar que al acto acudieron otros personajes de la vida política, como el diputado federal Javier García Chávez; cuatro o cinco presidentes municipales de distinta militancia partidista y el presidente del MNE, René Bejarano Martínez.
Eso fue en Temixco, pero más tarde se volvieron a encontrar en Huitzilac, a cuya comida llegó el presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo y donde se tomaron decisiones, como la realización de una marcha en apoyo del edil capitalino, por la embestida de que viene siendo objeto por parte de algunos actores políticos locales que buscan su renuncia al cargo.
Aquí se tiene que intentar un ejercicio reflexivo a profundidad, para poder encontrar los motivos que llevaron a algunas de esas figuras a coincidir, porque ateniéndonos a sucesos recientes, tanto el rector como Blanco Bravo, parecieran piezas que no encajan en un frente político-electoral que se supone, está anclado a los intereses del partido en el gobierno, con el que aquellos mantienen casi nulas relaciones.
Pero buscando un poco más allá de las apariencias superficiales, la explicación más razonable partiría del hecho de que el edil cuernavacense habría recurrido a la cúpula nacional del partido del sol azteca para quejarse de que acá, desde una de sus trincheras estatales, le quieren poner la cama y que a eso se debe la respuesta.
De ser por ese lado el asunto, se entendería la presencia de Vera Jiménez como de solidaridad con el ex futbolista, no obstante, el que el MNE lograra conjuntar a tan disímbolos personajes es algo que le dará fuerza y presencia en lo sucesivo. Claro, si es que se conservan algunos de los compromisos, que se presume, se hicieron.
Bejarano es el líder del MNE, fundado en el 2008, pero también es parte del movimiento Izquierda Democrática Nacional (IDN), siempre ligado a Dolores Padierna y otros connotados perredistas que incluso, han sido objeto de sucesos polémicos.
En torno a este tema, hay dos teorías respecto a la presencia de Vera, Sicilia y Cuauhtémoc: la primera, que convocados por Bejarano, harán un frente en defensa del edil, buscando anular el propósito de llevarlo a juicio y obligarlo a renunciar.
La otra, que aprovechando el viaje, el MNE estaría considerando sumar en lo sucesivo a todas esas figuras con fines electorales, lo cual no sería nada despreciable, por el contrario, lograría convertirse en una plataforma de lanzamiento de niveles interesantes, porque aún con los cuestionamientos que se les vienen haciendo, tanto a Cuauhtémoc como a Vera Jiménez, ambos reúnen condiciones ideales para aspirar a la candidatura por el gobierno del estado de Morelos en el 2018.
Bueno, mediciones electorales recientes dan fe de que si hoy fueran las elecciones y el Cuauh o el rector fueran aspirantes a la primera magistratura por algún partido grande, ganarían. Más aún, todo lo que le viene ocurriendo al alcalde tiene que ver precisamente con lo anterior, ya que hay quienes no lo desean ver en las boletas del 2018, porque sería el enemigo a vencer; no le tienen miedo, sino pavor.
Pero por encima de lo anterior, lamentablemente observamos en el ambiente local otra vez movimientos antagónicos y de confrontación que generan inestabilidad en el estado. Lo más prudente es llevar la fiesta en paz por el bien de los ciudadanos, porque al final, son los que pagan los costos de esas facturas entre políticos.
XOCHITEPEC, CUANDO SE TRABAJA EN ARMONÍA
Y hablando precisamente de unidad de esfuerzos, cuando se trabaja en armonía y se hacen a un lado las diferencias, anteponiendo las coincidencias, se logran objetivos interesantes. Lo decimos porque ayer se inauguró la primera etapa de una unidad deportiva en el poblado de Alpuyeca, en un espacio que desde la década de los 40 estaba ocupado por un destacamento del Ejército Mexicano, pero que tenía más de 15 años sin ser utilizado.
La gestión de los siete millones de pesos a invertir, tres en esta primera fase y cuatro en una segunda, corrió a cargo de la diputada federal Rosalina Mazari Espín, a quien por cierto, debido a compromisos en el Congreso de la Unión, le fue imposible asistir al corte del listón, pero que dejó constancia de que, cuando hay voluntad de servicio a favor de los ciudadanos, todo es posible.
Claro, el proyecto sirve de ejemplo para demostrar que la mejor manera de resolver nuestros problemas y necesidades es que los distintos niveles de gobierno y los tres Poderes caminen en el mismo sentido.
El estado requiere de políticos comprometidos, conscientes de que la credibilidad y confianza popular sólo se recuperarán cuando veamos como gobernados, reproducirse y multiplicarse hechos como el descrito, lamentablemente el celo político y la lucha del poder por el poder mismo sólo llevan a enfrentamientos estériles y vergonzosos, en los que se pone en riesgo la paz, la tranquilidad y el desarrollo de todos.
Hacía mucho tiempo que no se entregaba una acción de tal alcance en esa población, por eso fue motivo de alegría de lugareños, que por cientos se dieron cita en el lugar en la entrega de la obra. Lo hemos dicho, Mazari Espín es una de las figuras que necesariamente deberán formar parte de aquellos que aspiren a cargos de elección de alta investidura para la justa del 2018 y si no, al tiempo.