En estos días podemos observar comportamientos diferentes en nuestra sociedad. Ante la televisión durante los juegos de fútbol en el mundial de Rusia 2018, vemos reunidos bajo una causa común a muchísimas personas: impulsando a los 11 jugadores para que consigan el triunfo. Este artículo precisamente sale a la luz unas horas antes del partido de México contra Suecia, cuyo resultado definirá si el equipo mexicano pasa a la siguiente ronda. Quizás algún lector, al ver estas líneas, ya conozca el resultado; pero algún otro madrugador no lo sabrá y todavía tendrá la incertidumbre de si el equipo mexicano logra pasar a los cuartos de final. Durante estas últimas dos semanas la atención sobre la copa del mundo del fútbol ha sido fomentada por la televisión y expectación está en el ambiente.
También con ese tipo de zozobras estamos en este día la mayoría del país, pero en cuestiones de política; ya que no sabemos quiénes ocuparán la Presidencia de la república, las sillas en las Cámaras de Senadores o de diputados. En algunos estados la incertidumbre incluye los puestos de los diputados locales, los gobernadores y los presidentes municipales.
Sin embargo, estos dos tipos de zozobras son totalmente diferentes en muchísimos sentidos. Claramente, en uno de ellos somos totalmente espectadores y solamente podemos restringirnos a comentar con los cercanos o escuchar las interminables y escolásticas discusiones de los comentaristas en la TV, que enajenan a diestra y siniestra, menospreciando la inteligencia de los que escuchamos. Desde mi punto de vista, algunos medios de comunicación provocan que las personas estén informadas de banalidades y no fomentan la información de conocimiento útil. Estoy seguro que la mayoría de los lectores coincidirá conmigo cuando escribo que la información detallada sobre aspectos de la Copa el Mundo no aporta utilidad para el bienestar social; pero sí es una información que permite socializar.
En cambio en lo referente a las elecciones de nuestros representantes para los Poderes Ejecutivo y el Legislativo, sí pudimos haber participado y, de hecho, debimos haber participado provocando un mayor impacto. Debemos reconocer que como sociedad no lo hemos hecho bien y no hemos conseguido generar opciones que aglutinen a las mayorías en todos los niveles de gobierno. También estoy cierto de que ustedes coincidirán con la afirmación de que: necesitamos divulgar con mayor eficacia el conocimiento útil para resolver las complejas situaciones que enfrentamos hoy, en lugar de propagar información enajenante. Este conocimiento útil requiere mucho mayor detalle de la localidad. Quiero enfatizar que son diversas las situaciones que enfrentamos y no podemos intentar aplicar una solución a la diversidad y particularidad de cada región y, por lo tanto, de cada problemática.
Si bien considero debemos prepararnos mejor para las próximas elecciones, promoviendo equipos de trabajo con habilidades probadas para entender la situación y proponer soluciones con indicadores de desempeño; este fin de semana debemos participar en la elección de las personas que conducirán, de alguna forma, nuestro futuro cercano.
Algunas de las opciones para los puestos de elección invitan a no asistir a votar; pero considero realmente importante que sí lo hagamos. Desde mi punto de vista, en casi la totalidad de las casilla habrá algún candidato que requiera de nuestro voto para convertirse en un actor que beneficie nuestro entorno.
Por lo anterior, a la vez que mantengo las esperanzas de que el equipo mexicano que participa en la Copa del Mundo de fútbol obtenga triunfos; invito a que participemos activa y responsablemente en la jornada electoral del domingo 1 de julio. A la vez que recomiendo ir preparando las opciones, desde múltiples perspectivas, para proponer soluciones a la compleja situación que enfrentamos en todos los rincones del país para el futuro cercano y lejano.