El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora el 25 de noviembre. Este día tiene como antecedente el movimiento feminista latinoamericano de 1981, que surgió a raíz del brutal asesinato de las hermanas Mirabal; tres activistas de origen dominicano que fueron perseguidas y asesinadas por orden del dictador dominicano Rafael Trujillo. En 1994 la Asamblea General de las Naciones Unidas emitió la Resolución 48/104 que corresponde a la “Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” y en el año 2000 con la resolución 54/134 se hizo oficial el 25 de noviembre como “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.
¿Es necesario un día especial para eliminar la violencia contra la mujer? La respuesta es: ¡sin duda!, así como también es necesario un día para la eliminación de la discriminación o el Día de los Derechos Humanos, por mencionar algunos. El objetivo principal de los días internacionales es sensibilizar, concienciar, llamar la atención y señalar que existe un problema sin resolver, un asunto que es de suma importancia para las sociedades [1].
La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más extendidas, constantes y devastadoras en la actualidad; alentada por la impunidad que gozan sus perpetradores y muchas veces por el silencio que causa la estigmatización y humillación que sufren las víctimas. La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, define este tipo de violencia como “todo acto que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”
De acuerdo con el último informe sobre violencia de género del Instituto Nacional de Estadística [2], de los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en México, más de 30 millones alguna vez en su vida, han enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor una vez en su vida; y más del 43% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual. Este mismo informe demuestra que la violencia contra las mujeres no es un problema de índole personal o privado sino social. Según las estadísticas más recientes del informe de ONU Mujeres [3], en los últimos 20 años la tasa de homicidios generales en México presenta variaciones, sin embargo, los homicidios por razones de género siguen incrementando. Tan sólo en 2016, fueron 2 mil 746 mujeres presuntamente asesinadas, lo que equivale a 7.5 madres, hijas, hermanas, tías, primas, amigas… asesinadas cada día. Esta es la razón de que haya mujeres que no salen de su casa después del atardecer, que caminan más rápido en la vía pública por temor a ser atacadas y las que conocen historias de mujeres que se subieron a solas a un taxi y horas más tarde fueron encontradas sin vida.
De acuerdo con los datos obtenidos por el INEGI, la saña es el principal distintivo de la violencia feminicida, pues las mujeres son asesinadas con medios que producen mayor dolor y prolongan su sufrimiento antes de morir, además de la aplicación de la fuerza corporal para someterlas. De cada 100 mujeres asesinadas en 2016, fueron 36 estranguladas, ahorcadas, ahogadas, quemadas, golpeadas con algún objeto o apuñaladas. En contraste con los homicidios de los hombres han sido perpetrados en su mayoría con arma de fuego, 67 de cada 100 de ellos. Entre 2014 y 2016 Morelos se encontraba entre las entidades que presentaban las tasas más altas en homicidios de mujeres. En todos los casos registrados a nivel nacional, sólo el 10% ha recibido una sentencia condenatoria (ONUMujeres, 2016).
A pesar de todos los esfuerzos realizados por diversas organizaciones, la violencia contra mujeres y niñas sigue siendo un impedimento para alcanzar la igualdad, desarrollo y paz a nivel mundial. Ante este panorama tan lastimoso, como sociedad civil ¿qué podemos hacer?, ¿de qué manera podemos participar? En los últimos años, miles de voces de sobrevivientes y activistas de todo el mundo, han realizado diversas campañas como: #MeToo o #YoTambién, #TimesUp, #Niunamenos, #NotOneMore y #HeForShe, entre otras, para visibilizar un problema que ya no puede seguir siendo ignorado. Este año podemos participar en la iniciativa “Pinta el mundo de naranja #EscúchameTambién” [4], campaña internacional de 16 días de activismo contra la violencia de género, que al igual que las campañas anteriores, buscan eliminar este problema que ha alcanzado proporciones de pandemia: una de cada tres mujeres en todo el mundo sufre violencia de género [5] (ONU, 2017). El 25 de noviembre se realizarán eventos en todo el mundo, a nivel local, nacional y regional, con defensoras y defensores de sobrevivientes y de los derechos humanos de las mujeres. Mediante el diálogo entre activistas, personas encargadas de formular políticas y la sociedad civil, se busca lograr una política integral de estado para la eliminar la violencia contra la mujer, estandarizar protocolos para la impartición de justicia y reducir la impunidad. Como en años anteriores, el color naranja será el elemento de unión para todas las actividades, y los edificios y lugares emblemáticos se iluminarán y decorarán con este color para atraer la atención mundial hacia la iniciativa. Busca las actividades más cercanas a tu región y participa, de manera virtual también es posible. En redes sociales puedes compartir, fotografías, videos y mensajes con las etiquetas: #DíaNaranja, #OrangeTheWorld y #EscúchameTambién. En este link puedes encontrar material gráfico y el manual de la campaña para tus redes sociales: https://goo.gl/hngkvH
Más información en: [1]https://goo.gl/xaEyBA, [2]https://goo.gl/Yzco5u [3]https://goo.gl/Yc3XWo [4]https://goo.gl/bjqCrL, [5]https://goo.gl/CEjC7w