Ante los avisos contradictorios o no específicos de las diferentes autoridades en los diferentes órdenes de gobierno la ciudadanía puede tener más incertidumbres que certezas para definir su proceder y contender con la epidemia del COVID19. Me parece que debo aclarar la afirmación anterior. La forma de pasar de una Jornada Nacional de Sana Distancia a un sistema de semáforo donde la responsabilidad pasa del nivel federal al estatal no permeó a la población. Así, si en alguna región del país estamos en semáforo rojo, es claro que solo debe haber actividades económicas esenciales y todas las demás deben estar suspendidas. Sin embargo, a falta de definición en el nivel estatal, algunos municipios pueden optar por reaperturas responsabilizando a la población, como en el caso de Cuautla y Cuernavaca.
En estos lugares, las autoridades locales transfieren la responsabilidad del cuidado de los contagios a la población. En particular, el presidente municipal de Cuernavaca anunció que se pretende una reapertura gradual, segura y responsable de las actividades socioeconómicas en la ciudad. Específicamente, anunció que a partir de lunes se abrían los mercados, comercios, talleres y sin contacto con usuarios, que este miércoles podrían abrir los cines y teatros, así como otros giros relacionados con alimentos, hoteles y centros comerciales. Aunque reitera que es una apertura gradual, no aprecio en los comunicados el detalle de las medidas de gradualidad. Tampoco puedo visualizar la amplia difusión de las medidas de protección que la población de la ciudad debe adoptar.
En mi opinión, los datos con los que contamos actualmente no justifican una reapertura en este momento. Como se puede ver en la figura anexa a este documento donde se grafican los casos nuevos en los últimos 7 días contra los casos confirmados estamos nuevamente en una fase de crecimiento exponencial. Este tipo de gráficas indican observacionalmente la evolución de la epidemia. La gráfica no es el resultado de un modelo epidemiológico, sino solamente es la presentación de los datos y la calidad de la información que nos brinda la gráfica depende solamente de la calidad de los datos. Así, sin cuestionar la calidad de los datos abiertos de la Secretaría de Salud federal, que pueden estar subrepresentando la epidemia, pero de ninguna forma podemos decir que la sobreestima, analicemos la gráfica.
Primero, quiero comentar que este tipo de análisis ya lo he detallado en las opiniones vertidas en estos textos en abril y mayo; en ellas explicaba y comparaba la información del país con otros países y enfatizaba que mientras la curva sea creciente la epidemia crece, pero cuando aparece un gancho claramente se está observando una etapa de disminución de la epidemia. En este tipo de gráficas no basta un aplanamiento, es necesario un descenso. Por esta razón, puedo decir que al final del mes de mayo se observaba una disminución en la epidemia en Cuernavaca, sin embargo, todavía no era definitivo ese comportamiento hacia la de extinción de la epidemia.
En la gráfica observamos también que la semana pasada hubo un comportamiento hacia la disminución, pero en los últimos dos días el cambio muestra un crecimiento significativo e indica que estamos regresando a fases de crecimiento exponencial que no mostrábamos desde el mes de abril.
Esta situación puede deberse a que la mayoría de la población ya no puede continuar en aislamiento físico. Este es un llamado a la conciencia de toda la sociedad. En mi opinión, en este momento es cuando la comunicación efectiva y contundente sobre los cuidados a seguir para disminuir al máximo los riesgos de contagio debe darse en todas las formas posibles.
Desde mi punto de vista, la apertura en este momento no es adecuada, pero puedo entender que la situación económica de sectores amplios de la población no permita continuar con el aislamiento físico. Así que, insisto, este momento es cuando debemos enfatizar las medidas de prevención del contagio diferentes al aislamiento. Aunque la medida más efectiva es el #QuédateEnCasa, debemos difundir el #UsarBienElCubrebocas, muchas personas lo usan mal y no tienen el cuidado de mantenerlo adecuadamente, #MantenerSanaDistancia, evitar lo lugares concurridos, en lo posible evitar las reuniones grupales y fomentar en todo momento, el #MeCuidoParaCuidarte, usar cubrebocas o caretas no es una actitud de desconfianza, sino una actitud de ‘no te voy a contagiar’.
Las autoridades en los diferentes niveles han apelado a la corresponsabilidad de la ciudadanía. Es el momento de mostrarla y difundir las mejores acciones para evitar los contagios.