El artículo de Oyarzun muestra que es una realidad que se puede hacer una gran cantidad de publicaciones que oscilan sobre el mismo tema y que otorgan muchos puntos en la carrera de prestigio de los autores. Sin embargo, yo opino, que publicar en revistas científicas tiene un beneficio muy limitado sobre la calidad de vida de la sociedad en general, para el caso de los países que no aplican los "conocimientos publicados", y éste es el caso muy particular de México.
En mi opinión, la publicación de artículos en revistas indexadas por parte de los miembros del SNI favorece que las mejores ideas y los descubrimientos de nuestra comunidad científica sean dados a conocer en el mundo entero y eso es muy valioso como una aportación para el bienestar de la humanidad. Es muy posible que las contribuciones científicas publicadas sí sean aprovechadas por otros investigadores, por empresarios y por industriales, que sí tienen en su país organizaciones gubernamentales que vinculan eficientemente a la industria con los institutos de investigación y con las instituciones de educación tecnológica y científica y que además han diseñado y construido una estructura financiera adecuada para dar sustento al desarrollo tecnológico e industrial de su país.
En mi opinión, en México estamos haciendo investigación pagada con recursos de origen nacional, pero posiblemente, con un beneficio mayor para aquellos países extranjeros que sí aprovechan las ideas para hacer aplicaciones tecnológicas concretas, con planes de desarrollo tecnológico para el mediano y largo plazo. Hablo de países como Suecia, Francia, Alemania, Japón, Corea, etcétera, en los que la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico e industrial están vinculados con programas de financiamiento estatal y privado bien definidos.
Cada vez es más extraño encontrar un aparato, un equipo, o un producto cualquiera, que haya sido fabricado en México y con tecnología mexicana. La fuga de divisas es cada día más importante y no la frenaremos si no nos movemos en el buen sentido. Me gustaría hacer un llamado de atención a los científicos mexicanos, a los industriales, a los mandatarios de las instancias gubernamentales como la Secretaría de Energía, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a los directivos de empresas públicas paraestatales como Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad, también a los rectores de las universidades, al Conacyt, y por supuesto a los legisladores, para encontrar e implementar un plan de acciones para que realmente sí se aproveche la producción científica de los investigadores del SIN. No es una tarea fácil pero es necesario actuar inmediatamente y asegurarse de que los resultados de nuestros investigadores del SNI, que se publican en las revistas internacionales de gran prestigio, sean la base de verdaderos desarrollos tecnológicos, que puedan ser patentados y que cuenten con el financiamiento adecuado para tener aplicaciones industriales en beneficio de la sociedad mexicana.
¿Es este un sueño imposible?