En junio de 2019 escribía “Desesperanzado estoy... veo nubarrones en el futuro de México... veo un futuro incierto en nuestro país en muchos aspectos, especialmente para las fuentes renovables de energía y para la generación de conocimiento”. Tengo que decir que nada ha cambiado mi sentir. Sin embargo, debo insistir en que las fuentes renovables de energía y nuestras acciones para amalgamar el conocimiento científico con el tradicional son parte de las estrategias para caminar hacia la sustentabilidad.
Hace más de dos años los reportes del IPCC indicaban que era muy posible que las actividades humanas causaran el cambio climático. En el reporte de este año, como lo hemos comentado, señala que ya estamos sufriendo un cambio climático global y que precisamente las actividades humanas son las causantes.
Por supuesto, las actividades que realiza cada persona en las diferentes regiones no tienen el mismo impacto. La energía utilizada por las personas en países desarrollados, en promedio es mucho mayor que la energía utilizada por las personas en los países pobres.
Sin embargo, en las ciudades de muchos países, incluyendo México, hay formas de vida que despilfarran tanto la energía como los recursos y causan un impacto negativo mayor que otras personas.
Aquí quiero señalar que si bien las acciones individuales pueden contribuir a construir formas sustentables de vivir para la especie humana, también es cierto que se requiere modificar las formas en las que se producen los bienes y servicios en el ámbito global y, por supuesto, de la intervención de los gobiernos de todos los niveles, locales, regionales y nacionales.
En este contexto, lamento mucho que el contenido de la propuesta para modificar la Ley de la Industria Eléctrica que ha sido enviada por el Ejecutivo al Poder Legislativo no conduce a un bienestar social.
Esta propuesta ningunea los conocimientos técnicos y sociales que hemos construido en los últimos cuarenta años y parte de intenciones nominalistas sin definir la estrategia a seguir con los cambios propuestos.
Considero importante explicar esta frase. Una de las acepciones del nominalismo es considerar que por el solo hecho de mencionar las cosas, estas sucederán.
En este caso, por solo decir que al fortalecer a la CFE y a Pemex, por arte de magia del decreto se arreglarán los problemas de la energía en nuestro país.
Hemos vivido décadas en lo que algunos llaman el neoliberalismo y para defendernos, la sociedad, hemos construido organismos autónomos que entre otras cosas han permitido que consigamos alternancia en el gobierno y posibilidad de limitar algunas propuestas autoritarias.
Una aclaración, comparto la decepción de muchas personas al reconocer que estas alternancias no han dado los resultados esperados.
Sin embargo, hay actividades donde sí hay avances significativos. Por mencionar unas, contamos con información confiable para la toma de decisiones construida por un organismo profesional autónomo (Inegi), tenemos instituciones de investigación autónomas y profesionales que construyen conocimiento aplicable y forman talento, tenemos organizaciones de periodistas que plantean la diversidad de opiniones que hay en nuestro entorno.
Estas formas de organización contribuyen a que mediante las normas que hemos construido, de respetarse, disfrutemos de una sana convivencia.
Después de esta aclaración, la política energética que se propone basada en el fortalecimiento de dos empresas del Estado no parece responder con conocimiento a la problemática actual.
Esta visión pudiera haber sido propuesta cuando la tecnología disponible era más adecuada para las decisiones centralizadas provenientes de entes privados o gubernamentales.
Sin embargo, hoy, las fuentes renovables de energía nos han mostrado que puede haber esquemas energéticos distribuidos donde las decisiones se pudieran tomar democrática y localmente.
Por otro lado, dada la diversidad ecológica, social y cultural que existe en nuestro planeta y, en particular, en cada país, no es adecuada la definición de un solo esquema de toma de decisiones en el ámbito energético; me atrevería decir que en muchos ámbitos esta es la situación.
Por lo tanto, la construcción de esquemas donde convivan las fuentes centralizadas y las distribuidas, así como la toma de decisiones autoritarias con la toma de decisiones por consenso serán esquemas dinámicos con posibilidades de flexibilizarse para atender las diferencias con una idoneidad que difícilmente la podría ofrecer un esquema autoritario y centralista.
Obsérvese que he escrito esquemas, dado que las diferencias obligan a construir, con base en conocimiento, una diversidad de opciones para atender a los problemas que enfrentamos dada sus complejidades.
Situación similar existe en el ámbito de la generación de conocimiento, donde la diversidad es una verdadera riqueza.
En este texto he tratado de dar argumentos diferentes a los que se pueden encontrar en mis pasadas argumentaciones, que por lo visto no han sido aquilatadas por los que hoy toman las decisiones y que desde mi perspectiva están tomando caminos equivocados que evitarán que podamos construir un bienestar social.
Sirvan estas líneas para abonar a la discusión y toma de decisiones basadas en opiniones diversas.