La semana pasada los reflectores del entretenimiento se enfocaron en los conciertos que ofreció en nuestro país la Banda inglesa Coldplay, una banda que se ha distinguido por ofrecer una experiencia muy cercana con su audiencia, una experiencia inclusiva y sustentable.
Previo a que Chris Martin, Jon Buckland, Guy Berryman y Will Champion salieran al escenario, en las dos pantallas con forma de círculos gigantes, apareció un anuncio que solicitaba a 100 personas para cargar las bicicletas y el piso cinético. La indicación no se refería a levantar estos artefactos, sino a utilizarlos para generar electricidad que se almacenaría en baterías y así poder utilizarla en sus eventos
La gira artística “Music of the spheres” fue diseñada para reducir al 50% sus emisiones de CO2 con respecto a la gira que dieron en el 2016 y 2017. Para ello, recurrieron a personas científicas expertas en temas de sustentabilidad quienes investigaron el impacto ambiental y la huella de carbono de la banda con la finalidad de identificar las áreas clave que contribuyen a evitar, reducir y mitigar sus emisiones de carbono.
Así es como llegaron a la implementación de bicicletas, pisos cinéticos y paneles fotovoltaicos para cargar un banco de baterías durante el evento. Veamos brevemente cómo funcionan estas tecnologías.
Los pisos cinéticos funcionan con el principio piezoeléctrico que consiste en la propiedad de algunos materiales sólidos, como el cristal de cuarzo, para generar una diferencia de potencial bajo tensión mecánica. Cuando un cuerpo presiona el material, éste modifica su estructura microscópica del material, creando dipolos eléctricos en los que se acumula una tensión eléctrica. Los conciertos masivos, como los de Coldplay, invitan a la gente a saltar al ritmo de la música, así que esos saltos sobre un piso cinético se aprovechan para producir electricidad.
En cuanto a las bicicletas, estas tienen un generador eléctrico, comúnmente conocido como dínamo, que está unido a una polea que se mueve al momento de pedalear. Con este movimiento el dínamo empieza a girar produciendo energía eléctrica que se almacena en baterías.
Por su parte, los módulos fotovoltaicos funcionan con el efecto fotovoltaico que caracteriza a materiales semiconductores como el silicio. Cuando un fotón choca con un electrón de la última órbita de un átomo de silicio, este absorbe esa energía, lo que le permite salir de la banda de valencia y puede viajar por el material. El hueco que dejó en la banda es ocupado por un electrón en la banda de conducción, y es ese movimiento de electrones liberados y de huecos que dejan atrás lo que se conoce como cargas eléctricas que pueden llegar a los contactos y salir del material para utilizarse como electricidad.
Las baterías móviles recargables se desarrollaron en conjunto con una prestigiosa marca italiana de automóviles. Su diseño está hecho para alimentar su espectáculo con energía renovable a donde quiera que se presente,
Las estrategias para reducir las emisiones de carbono también incluyen el uso de menos energía para su performance, de ahí que utilicen luminarias de LED, incluyendo las famosas pulseras que entregan a su público, que además están hechas de materiales compostables y que se recogen al término de cada concierto para ser reutilizadas en futuros eventos.
La gira “Music of the spheres” inició en Costa Rica como parte de la filosofía de aprovechar la energía de la red eléctrica que integre fuentes de energía renovables, en ese país, el 99% de la electricidad se genera con energía geotérmica, eólica, solar, hidráulica y bioenergía
El proyecto sustentable de Coldplay va más allá del escenario, también han integrado el uso de biocombustibles para su transporte, siempre que es posible. Para ello, utilizan aceite vegetal hidrotratado que se obtiene de aceites de cocina usados.
La gira artística de esta banda de rock pop y alternativo es un ejemplo de cómo la industria del entretenimiento puede sumarse a mitigar el cambio climático implementando las fuentes renovables de energía además deja ver la importancia de crear redes entre la industria musical -en este caso- las empresas, los institutos de investigación y la sociedad para lograr las metas establecidas en la Agenda 2030, y tener un mundo sustentable para las generaciones del presente y del mañana. Generemos más energía limpia y segura al ritmo de la música.