Este lunes, Felipe Calderón Hinojosa anunció que se crearon del orden de 590 mil nuevos empleos en el 2011, cifra menor en 60 mil empleos a la esperada (del orden de un 10% menos). La implantación de “el buen fín” no cumplió con las expectativas, ya que en las fechas decembrinas se perdieron más de 200 mil empleos. Este hecho es muy preocupante; a finales de año se perdió casi la cuarta parte de los empleos que se generaron en un año. ¿Por qué sucede esto?, ¿cuáles son las necesidades de las empresas para finiquitar una relación laboral?, ¿alguien nos puede explicar la racionalidad atrás de este comportamiento?, ¿son explicaciones que contemplan el largo plazo?
Hago estas preguntas con la intención de que alguien con conocimiento nos ayude a explicarnos estas situaciones.
La semana pasada, comenté algunos datos interesantes sobre el desempleo en los Estados Unidos, y noté que obedece a una distribución interesante, donde las personas con doctorado sufren una menor tasa de desempleo que las personas que tienen solamente una licenciatura. Como la información de que disponía no era de México, pregunté si alguien la sabría, y efectivamente obtuve una respuesta. Ricardo Torres Carreto, director de la Coordinación Estatal del INEGI en Morelos, me hizo notar que el INEGI monitorea los datos del desempleo cotidianamente y pone a nuestra disposición información que debemos conocer para decidir (http://www.inegi.org.mx). Él, amablemente, me compartió información de los últimos años sobre el desempleo y me invitó a analizarla o a proponer indicadores.
Lo primero que noté es que la información muestra en forma agregada el desempleo de personas con escolaridad mayor al bachillerato. De estos datos podemos obtener que del universo de desempleados en el país en los últimos dos años (2010 y 2011), en promedio el orden del 9% no terminó la primaria, 19% concluyó solamente la primaria, el 37% solamente tiene estudios de secundaria y el 34% concluyó al menos su educación media superior (1% no especificó). Esta forma de presentar los datos no nos permite saber si a mayor escolaridad el desempleo es menor, como sí se presenta en los Estados Unidos. Al observar los datos en los últimos tres años podemos detectar un ligero aumento en el porcentaje para aquellos que al menos concluyeron la educación media superior, pero esto puede asociarse a un incremento en la escolaridad de la población total. Ya que la escolaridad de la Población Económicamente Activa (PEA) ha ido creciendo y en promedio para México en los últimos dos años ha sido de 9.3 años escuela terminada; para Morelos, de 9.6, y para Cuernavaca, de 10.6. A pesar de que Morelos parece tener una mayor escolaridad, se observa que el salario promedio por hora no tiene la misma tendencia: el ingreso promedio por hora trabajada de la población ocupada para el país es de $29.8; para Morelos, $25.7, y para Cuernavaca, $30.2. Estos números son realmente preocupantes, ya que son datos promedio, pero la distribución no es normal y sospecho que es paretiana, lo que indica una desigualdad lacerante. Si a esto le agregamos que en este milenio (2000-2011) la tasa de desempleo ha pasado del 2.6% nacional y 2.2% en Morelos al 5.7% nacional y 4% en Morelos, es decir, se ha duplicado la tasa de desempleo tanto a nivel nacional como estatal en los últimos 11 años (en http://delrioantonio.blogspot.com hay gráficas ilustrativas con estos datos), parece que las políticas económicas de estos años no han sido las adecuadas.
Si bien estos son solamente algunos datos importantes, creo que debemos tener más información para posteriormente calcular tendencias y con ello armar escenarios tendenciales, ideales y posibles para construir una sociedad que promueva el desarrollo sustentable.
Considero importante que podamos disponer de información desagregada del desempleo por escolaridad con detalle más allá de la educación media superior. Con gusto me uno a los esfuerzos para disponer de este conocimiento. Esto brindará a los jóvenes información para que decidan sobre su futuro.