Ahí empezó nuestra sorpresa. A pesar de los esfuerzos de los camarógrafos y de los directores de cámaras para realizar tomas diferentes se podía observar claramente varios láseres verdes iluminando la cara de Felipe Calderón, quién pronunció el consabido Grito. Evidentemente, entre los ciudadanos asistentes a la ceremonia había personas que con luces verdes reprochaban las acciones del gobierno actual. Todo esto parecía normal en nuestros días de un México dividido, que en su mayoría no comparte las formas ni las acciones de los actuales gobiernos ... Regresó la bandera a la escolta y cuando nos acomodábamos para admirar los tradicionales fuegos artificiales, ¡zas! ¡Una innovación televisiva! ... empieza la transmisión de una pelea, rápidamente nuestro controlador del control de la televisión buscó en otro canal y... para nuestra sorpresa ... otra pelea ... en otro canal alguna otra cosa, pero nada de la ceremonia del Grito de Independencia. Infructuosa fue la exploración de la infinidad de canales a nuestra disposición, no encontramos forma de ver los fuegos artificiales. La morbosidad nos carcomía, queríamos saber de lo fútil, si la lluvia había permitido el espectáculo; pero las televisoras nos imponían el circo. Si ese día, las televisoras innovaron decidieron que los mexicanos deberíamos ver a dos individuos darse de golpes en un cuadrilátero. En aras de la decencia impedían que viéramos y oyéramos las voces de jóvenes que en los diferentes Zócalos de la República manifestaban sus desacuerdos con la actual situación. Una muestra más de la manipulación de la información y del manejo de conciencias, parece que los principales dueños de los medios masivos de comunicación retomaron sus estrategias de desinformación y enajenación. Busqué en el Twitter y, en esta ocasión, el periodismo tuitero estaba desbalagado, no pudimos enfocarnos en lo que estaba pasando. Los medios masivos lograron todo su propósito y manipularon a su antojo. Algunos centenares de tuites sobre el tema, pero nada con la fuerza para modificar las tendencias que hablaban de las peleas en los cuadriláteros. Pocas menciones a los rayos verdes o a los gritos en los Zócalos. Reconozcámoslo, los medios nos ganaron en esta ocasión, ellos tomaron una estrategia que puso en segundo plano al periodismo ciudadano.
Después de estas reflexiones continuamos buscando en la caja de rayos catódicos, nos resistíamos a pensar que la máxima ceremonia cívica mexicana no tuviera cabida en los canales mexicanos. Mayor sorpresa nos causó que una de las alternativas a las peleas era la repetición de un concierto de Juan Gabriel de hace unos 20 años. Con la retransmisión de este concierto, efectuado en el Palacio de Bellas Artes en épocas del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se nos anuncia que el regreso del PRI de aquellos tiempos está listo. ¡Qué metáfora! Mis felicitaciones a los que programaron las señales ese día, peleas de mexicanos en otro país, ya que allá se obtiene mayores ganancias y no se paga impuestos en México, conciertos de antaño para no gastar contratando a más músicos y dar empleo a los que ahora lo necesitan; creo la hicieron, innovaron. Aunque estoy convencido que esas acciones solamente dejan caminos tortuosos y dolorosos para conseguir el bienestar social. Espero logremos cambiar la situación y pronto podamos celebrar dignamente nuestro andar hacia el desarrollo sustentable.
Todo esto para terminar con algo que me atañe de forma más directa en lo que conozco, si me he desviado de mi propósito de este día. Quiero comentar que con la creación de las Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación que ha planteado Graco Ramírez en el Estado de Morelos, se está apostando a colocar el conocimiento como motor del desarrollo sustentable. Con esta Secretaría y con la de Cultura, Graco Ramírez le apuesta al conocimiento para lograr el bienestar social, no solo de unos cuantos. Con esta iniciativa se corrige el rumbo en Morelos, cuando por una ocurrencia del actual gobierno, ahora saliente, se modificó la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación y se antepuso la Innovación, cambiando el nombre a Ley de Innovación, Ciencia y Tecnología. Debo comentar que, como lo señalo arriba, la innovación sin ser conducida por la ciencia y tecnología, digamos por el conocimiento, representa lo más rapaz de la economía capitalista. La innovación por si misma promueve la ganancia máxima en el menor tiempo posible; ocasionando el agotamiento de los recursos, la explotación de la mano de obra y la colocación de productos solamente con el afán de la máxima utilidad, evitando la responsabilidad con los conciudadanos y el ambiente, enajena y manipula.
Valgan estos comentarios para estar listos y no bajar la guardia, espero todos estemos a la altura y basados en una nueva visión contribuyamos a construir un Morelos, un México, con bienestar social.