Los tiempos han cambiado, cuando muchos de nosotros éramos pequeños se nos invitaba a leer libros para aprender y así prepararnos para contender con la problemática de aquellos días. Lamento tener que decir, que es posible hayamos fallado y no sólo no hemos resuelto la problemática sino que en algunos aspectos la hemos empeorado; pero esto no es culpa de los libros sino de nosotros. Hoy vivimos en un mundo con mayores comodidades, producimos más por las horas trabajadas y los parámetros económicos crecen, despacio pero crecen; sin embargo cada vez hay más pobres. Solamente en nuestro país los pobres han aumentado en número y ayer nos dieron la noticia de que no obstante el ligero crecimiento de los parámetros macroeconómicos, el nivel de la competitividad relativa del país decreció y ahora somos menos competitivos en la economía global. Por supuesto que estos datos implican que hay medidas de política económica que no han logrado mejorar la situación que prometieron.
Como comentaba al principio de este texto, hace algunos 30 años la recomendación era leer libros para poder asimilar conocimiento, experiencias, emociones, o muchas otras cosas. Hoy en día muchas personas usan las redes sociales o la Internet con estos mismos fines y debo reconocer que la facilidad con la que ahora podemos acceder a muchísimos recursos de excelente calidad era inimaginable en las épocas pasadas.
Me gustaría llamar la atención sobre una serie de esfuerzos que la sociedad misma ha generado al subir información, ya sea en libros, bitácoras (blogs) o videos, y compartirla con el gran público. Así hoy les sugiero husmear en youtube las platicas de TEDx (ir al canal), en esta colección encontrarán verdaderamente miles de esfuerzos individuales agrupados en colectivos que buscan compartir experiencias, emociones e información. En estas pláticas se pueden encontrar tópicos como: matemáticas, motivación, literatura, música, superación personal, entre miles de otros.
La forma de abordar cada tópico es diferente y depende tanto del exponente como del grupo que lo organiza. Lo único seguro es que es un tema tratado por una persona que quiere compartir algo, que lo medita, reflexiona y pone en práctica para compartirlo con un vasto auditorio. Podemos encontrar a Benito Taibo charlando sobre literatura de una forma diferente a la académica, a Eduardo Saenz comentando sobre matemáticas sin ecuaciones, por mencionar solamente dos de ellos que están cerca de mis propias debilidades y preferencias. La calidad de estas presentaciones y gran cantidad de opciones y temas garantizan que podemos tener acceso a una información de calidad que nos envolverá en un contexto global. Dada la diversidad de sedes donde han sido grabadas estas charlas podemos escuchar y ver a un español platicando de sus experiencias en el baloncesto profesional o a una mexicana platicando de la actuación o a un argentino comentando sobre motivación; esta diversidad nos permitirá, desde nuestro lugar preferido, viajar y escuchar otros modos, acentos, expresiones en nuestro idioma enriqueciendo nuestras vivencias y aportando diversidad a nuestro entorno.
Por supuesto, que muchos de ustedes seguramente pensarán; pero esto es para los que tienen acceso a Internet y qué será de aquellos que no tienen acceso. En este sentido, tengo que aceptar que tienen toda la razón y que muchas de estas pláticas están orientadas a personas que tienen sus necesidades básicas satisfechas y que entonces tocan problemáticas que pudieran ser ajenas a las de otras personas; pero parte de la diversidad es precisamente este aspecto.
Hay que reconocer que muchas pláticas TEDx están en inglés; pero la cantidad y calidad de las que hay en español es también impresionante. Les confieso que quise buscar otros sitios que ofrecieran esta forma organizada y concentrada de compartir información entre nosotros; pero solo encontré el sitio en inglés (http://translations.ted.org/wiki/List_of_sites_that_provide_online_lectures_or_talks_like_TED) donde se puede hallar otro millar de esfuerzos colectivos, institucionales y privados que fomentan la información de calidad en Internet. En esta última liga encontré la referencia nuevamente a la película Home de Yann Arthus-Bertrand que hace algunos años disfruté gracias a Cinema Planeta y me recordó que tenemos que prepararnos para contender con la problemática de conseguir el bienestar social. Usemos Internet para divertirnos, emocionarnos e informarnos realmente nos abre miles de opciones que no podemos dejar pasar.