Por ello, Paul Meixueiro inicia el texto de presentación de la muestra, titulado Puntos de referencia, con una cita del escritor argentino Jorge Luis Borges, en donde el literato destaca: “De los diverso instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria.”
Se trata de una exhibición que celebra, al mismo tiempo, el vigésimo quinto aniversario del
Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), pero también el hecho de contar con una extensa biblioteca para consulta de quien lo desee, de cuyo acervo, Toledo –fundador del Instituto- escogió una decena y media de sus libros favoritos. Sus portadas fueron reproducidas en la serie de carteles que se expone en estos días.
“La serie incluye diversos enfoques de la vasta colección de obras que resguarda este recinto desde su apertura. Estos carteles se trabajaron en el taller de gráfica digital del Centro de las Artes de San Agustín (CASA) y fueron previstos como parte de la celebración de los XXV años de este generoso proyecto”, apunta el texto de presentación.
Y continúa, al darle voz al fundador del IAGO: ‘Las imágenes son muy bellas en un tamaño espectacular, yo sólo hice la selección y ya’. Menciona Toledo cuando lo cuestionan sobre este conjunto el cual, más que una lista de libros, es una serie de imágenes que llaman enérgicamente la atención y hacen reflexionar sobre el poder que ejercen”, añade Paul Meixueiro.
De esa manera, enlista lo que le espera al espectador dentro de la galería: “La selección incluye desde la imagen de un sueño del alemán Alberto Durero, quien plasmó en una extraordinaria acuarela la visión “con trombas de agua que caían del cielo y anunciaban el fin del mundo”; escudos de África, del sudeste de Asia y Oceanía; una pintura de Giovanni di Paolo que utiliza una solución peculiar para las olas del mar; tejidos del Perú antiguo con una temática de frijoles; un grabado de William Blake, en el que se ilustra un pasaje de la Divina Comedia de Dante; recortes de culebras de un libro de historia natural; hasta un collage de las fotografías de Karl Blossfeldt.”
En ese mismo texto, redactado con información de Regina Mejía, se lee: “Al observar todas las representaciones, un mapa imaginario se configura en nuestra mente, un número indeterminado de caminos que se delinean con la interpretación de la colección, con la traducción de las imágenes. Los hilos que relacionan a estas imágenes se palpan también al recorrer, husmear e indagar en los estantes repletos de libros de la biblioteca del IAGO, ahí, en los libreros se encuentran algunas de las conexiones intrínsecas que delimitan los carteles.”
Por último, Meixueiro reflexiona: “Los senderos que se manifiestan al recorrer cada una de las salas se terminan por complementar en esta selección tan diversa de imágenes, quizá los libros favoritos son los puntos de referencia para no perdernos entre la inmensidad que te entregan los libros de la biblioteca y cada una de las incontables representaciones que se encuentran dentro de ellos.”