Tres veces aparecen los datos biográficos del artista inglés John Spencer, en su tumba en el atrio de la iglesia de los Reyes Magos, en Tetela del Monte, al norte de Cuernavaca, lugar en donde de manera expresa pidió ser enterrado.
Sobre una pequeña cruz de madera se anotó en pintura blanca, sin puntuación: John Edward Spencer King. Abril 25. 1928 – Marzo 16. 2005.
Después, sobre piedra grabada a mano, se lee la misma información, con el agregado de a quiénes se debe la autoría: “recuerdo de sus trabajadores”.
Finalmente, en letras de molde sobre una lápida se reitera la información con el añadido de los verbos “nació” y “murió”.
Además de los árboles y de las plantas que crecen en el jardín –y que atraen a las aves, como los colibríes, uno de los cuales parece observar atento desde las alturas, la incursión del visitante- el recinto religioso está rodeado por la obra escultórica a la que Spencer le dedicó más tiempo: empleó 33 años de su vida (1970-2003), en la construcción de los muros ondulados y las puertas de hierro forjado.
*TAMBIÉN SE CUMPLE MEDIO SIGLO DE SU LLEGADA A MÉXICO Y CUERNAVACA
Dentro de unas semanas, se cumplirán diez años sin la presencia de John Spencer en Cuernavaca, aunque su legado escultórico y para la promoción cultural (Museo La Casona Spencer), siguen dando testimonio de la vitalidad de un artista y del amor de un hombre por esta tierra, a la que hizo propia, en un país al que, por cierto, llegó hace medio siglo.
John Spencer y su esposa Elizabeth Brown arribaron a México en 1965, pues hace cincuenta años, el 21 de enero, habían tomado un barco para pasar una temporada larga en la República Mexicana, que finalmente se convirtió en su nuevo hogar.
En Internet se precisa que la pareja llegó a Cuernavaca el 22 de febrero de 1965 y que se hospedaron en el –entonces- hotel La Casona.
*EN LA CASONA DECIDIRÁN SOBRE ACTIVIDADES
Los pobladores que se encargan del mantenimiento de la iglesia –que en el momento de la visita, barren y riegan el atrio y sacuden de polvo la colorida pintura de gran formato que da nombre al inmueble religioso-, coinciden en señalar que, los responsables de La Casona, son los que decidirán si se realizará alguna actividad en el sitio, para recordar el deceso del artista.
El museo es utilizado como espacio cultural gracias a que, en 1999, el propio John Spencer creó, con John Anderson, John Prigge y Ramón Sordo, una fundación para que, a su muerte, su antiguo hogar funcionara como tal.
*ESCALERA PIRAMIDAL Y MARIPOSA DE HIERRO
Dentro de las instalaciones, ubicadas frente a la Catedral de la capital morelense (calle Miguel Hidalgo número 22, Centro Histórico de Cuernavaca) se puede apreciar la escalera piramidal que Spencer construyó en el 2002 –en la que se emplearon cuatro personas a lo largo de un año-, dentro de los trabajos de remodelación que alcanzó a hacer.
De la misma manera, en la entrada del lugar, una enorme mariposa de metal resalta entre el follaje del jardín: es una pieza de la autoría del artista inglés y es la que recibe a los visitantes.
Esa obra estuvo pensada, originalmente, para ser colocada en el muro atrial de Tetela del Monte.
*UNA CURIOSA COINCIDENCIA LOWRYANA
Hace siete años, la editorial independiente La Cartonera publicó una edición bilingüe del libro Saving Lowry’s Eden (Salvando el Edén de Lowry), cuyo trabajo central es el ensayo que el escultor inglés publicó en 1986 en The Malcolm Lowry Review, de donde se ha tomado información para la elaboración de esta nota.
En esa obra, destaca en la cronología de Spencer, un acontecimiento ocurrido el 18 de marzo de 1967, de acuerdo a John Anderson: ese día el escultor terminó de leer la novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry.
“Por una curiosa coincidencia lowryana, John lee sobre la muerte del personaje central de la novela, el ex cónsul británico Geoffrey Firmin, que ocurre en las últimas páginas del libro, casi el mismo día y mes en que ocurrirá, treinta y ocho años más tarde, su propia muerte”.
En la misma cronología se apunta también que, en 1983, John Spencer comenzó “la labor para tratar de salvar de la demolición la casa de la calle Humboldt que sirvió como modelo a Lowry para la casa de su personaje M. Laruelle en Bajo el volcán, y donde el mismo Lowry vivió en 1947”.
Sin embargo, no pudo conseguir los recursos económicos suficientes para la adquisición de esa propiedad.
Al respecto, dice el libro editado por La Cartonera: “Finalmente no se consiguieron los fondos necesarios y ‘la casa Lowry’ no se convirtió en el centro cultural que John había planeado. Los intereses comerciales prevalecieron y John solamente pudo restaurar y salvar, a su costo, la torre donde vivieron tanto M. Laruelle en la novela como el mismo Lowry, más tarde”.
El último año de la biografía de Spencer, en el citado volumen, señala que el 17 de marzo de 2005, “fallece por paro cardiaco respiratorio en La Casona, atendido por su médico y una enfermera. (…) Como era su voluntad, la fundación ‘Museo La Casona A. C.’ continúa con la restauración y fomenta la creación de un centro para la promoción de las artes”.