Vampiro, sí, de almas. Espía de corazones solitarios.
Escorpión preparado para atacar, he ahí al cuentista.
Dalton Trevisan
La literatura latinoamericana goza de un amplio público que ha sabido valorarla no sólo en esta región del mundo, sino en otros continentes. Nombres como Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes –entre muchos otros– son escritores en lengua española conocidos gracias a la calidad de su obra. Sin embargo, la literatura brasileña es muy rica, pero suele pasar un tanto desapercibida, acaso por su lengua, el portugués.
Brasil ha legado al mundo escritores de altísimo nivel y cuya riqueza de lenguaje convierte las obras en puro goce. Autores como Jorge Amado (1912-2001), João Guimarães Rosa (1908-1967), Clarice Lispector (1920-1977), Nélida Piñón (1937), Rubem Fonseca (1925) o Dalton Trevisan (1925) son escritores con una vasta obra digna de ser leída.
En el caso de los dos últimos, se trata de creadores vivos que si bien no cuentan con la popularidad –no en México– que deberían tener escritores de su calibre, existen traducciones suficientes como para acercarse y comprobar la calidad de su obra.
En esta ocasión me voy a referir a Dalton Trevisan para la recomendación de la semana que inicia. En 1999, la Dirección General de Publicaciones del otrora Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (DGP-Conaculta) publicó El vampiro de almas, una antología de cuentos de Trevisan con traducción, selección y prólogo de Regina Crespo y Rodolfo Mata.
Este autor es considerado un maestro del relato breve y el libro en mención es una muestra de ello. La edición consta de 140 páginas, en las que están distribuidos 28 relatos y una selección de textos brevísimos –no rebasan media página– que dejan entrever la alta calidad narrativa del brasileño.
La temática de los relatos varía, sin embargo, el autor muestra el «alma» brasileña, el carácter de un país a veces incomprendido y aislado de Latinoamérica por la lengua.
Uno de los primeros relatos se llama «Cementerio de elefantes», en el que el lector se encontrará con un texto que cuenta cómo viven los que en México conocemos como teporochos. Trevisan menciona sus bebidas, sus andares, su desenlace de una forma admirable.
«Caso de divorcio» es protagonizado por un hombre que se entrevista con un abogado. A través de diálogos muy logrados, nos enteramos de que el viejo busca divorciarse de su esposa y cuenta al profesionista la que considera que es la causa para que se dé la separación. Es un texto cargado de humor.
En «El vampiro de Curitiba» nos encontramos con un relato narrado con lenguaje de favela, directo; un hombre describe a algunas mujeres que se topa en la calle, las ama, las toma, las posee… Es un flujo de impresiones con un tono acelerado, pero al tiempo directo y de una honestidad que hacen de éste, uno de los textos más emotivos del libro.
«Visita a la maestra» es el relato más extenso de todos –diez páginas–, en el que se cuenta la historia de un joven que acude a visitar a su maestra de la infancia. Es un encuentro emotivo y triste (Trevisan es un narrador que te lleva de la alegría a la tristeza en la misma línea). Entre remembranzas se les va la tarde. Salen a cenar. Regresan. Luego… Trevisan sorprende.
«Lamentaciones de Curitiba» es pura poesía. A través de tres páginas, el autor recorre sitios de esa ciudad mediante frases y más frases cargadas de nostalgia y poesía. Una brillante muestra de la capacidad del escritor.
En «He ahí la primavera» se da cuenta de las últimas semanas de un anciano enfermo, su deseo de morir en esa estación del año. Se cumple, sí, pero hay antes de ello una pequeña historia que nos regala Dalton.
Así, el lector se encuentra uno y otro relato. Hay prostitutas, hombres celosos, mujeres sumisas, individuos ingenuos… Pero también hay lugar para la perturbación: en «Míster Curitiba» nos enfrentamos a uno de los textos más difíciles. Difícil no por el estilo, sino por la historia que se cuenta. Se trata de un encuentro sexual que provoca inquietud a la hora de leerlo.
Este libro es una muestra de la fuerza y emotividad de la literatura brasileña: sensual, directa, conmovedora… Es una antología que merece un espacio en las bibliotecas personales.