Comienza la época de los carnavales, y en nuestros municipios del estado de Morelos representa un momento de festividad que se ha convertido en el objetivo de muchos turistas y visitantes. El carnaval es un festejo dedicado al disfrute de “la carne” que inicia días antes de la Cuaresma.
El origen de los carnavales se remonta a la Edad Media y en la actualidad es una tradición que se practica en muchos países europeos y en casi todo el continente Americano. Esta celebración consiste básicamente en que las personas que participan se disfrazan, utilizan máscaras, y salen a las calles en medio de coloridas comparsas y desfiles donde la imaginación y la creatividad se hacen presentes. El sentido de esta fiesta es históricamente cristiano, pues simboliza una especie de tributo pagano antes de la celebración de la Semana Santa y varía entre febrero y marzo en función del calendario litúrgico cristiano.
El carnaval toma las calles, en donde se vive el desfile, y plazas principales, en donde los disfraces y las máscaras son elementos fundamentales, pues permiten que la gente oculte su identidad para desinhibirse y dar rienda suelta a sus deseos tanto carnales como expresivos.
Uno de los aspectos más distintivos de los carnavales de Morelos es el brinco del Chinelo. La danza de los Chinelos se remonta al año de 1807 en el pueblo, ahora municipio, de Tlayacapan, y a lo largo del tiempo, El Chinelo se ha convertido en el símbolo de la identidad morelense.
En la obra de Alejandro Ortiz Padilla “Una aproximación al origen del Chínelo, su danza y música”, Don Brígido Santamaría Morales narra que: “en Tlayacapan por el año de 1867, según le platicaron su abuelo y sus tíos, así como de muchos viejitos del pueblo, hubo la costumbre de chiflar. En el pueblo no había fiesta para la gente pobre sino puro trabajar en calidad de esclavos, como gente inferior, el pueblo en esos tiempos no era libre, los hacendados y los españoles que trabajaban en las haciendas eran dueños de todo, y en las fiestas de carnaval, estos abusivos se adueñaban de todo el pueblo para celebrar las llamadas carnestolendas, disfrazados a su modo, vestidos de pantalonera negra a la rodilla, medias blancas, chiquitines cortos llenos de borlas y colgajos, con falda roja, capa y boina a la torera o grandes chambergos con plumas esponjosas, y bailando jotas aragonesas, con antifaces en la cara. Así, los tres días del carnaval transcurrían entre cantos y borracheras. Sin embargo, el pueblo no tenía la oportunidad de participar, sólo miraba. Hasta que un día, un grupo de muchachos y varones de edad adulta se reunieron en algunos lugares del pueblo y haciendo uso de su pensamiento en una gran discusión hablaron para buscar un juego, porque se aburrían mucho, pues eran jóvenes en la edad del chincual, de la inquietud, y los de mayor edad eran viejos alegres, por eso buscaban un juego en que todos se distrajeran en esos días que no tenían que ir a trabajar en los campos de las Hacienda haciendas."
Es así como la palabra Chinelo “deriva del náhuatl chiniele, hace referencia al color de la piel de los antiguos hacendados españoles y a sus actitudes de arrogancia”, y agrega que “los chinelos surgieron como una crítica que ridiculizaba a españoles y criollos, quienes en la época colonial tenían el control de los recursos económicos y políticos”.
Por lo general y de acuerdo con la tradición, la organización de los carnavales se realiza a través de un “mayordomo”, quién es el encargado de pedir apoyo de las personas que habitan en el barrio para así poder coordinar la participación en las festividades.
El calendario de los principales carnavales en Morelos indica que Jiutepec es el municipio que inicia desde enero estas festividades con el desfile de “Las Viudas”, Posteriormente, la fiesta continúa en Tlaltizapán, Tepoztlán y Tlayacapan y Yautepec, en el mes de febrero. Sin duda, en cualquiera de los municipios de Morelos, la celebración del carnaval es un atractivo turístico importante que todos los visitantes deberían de experimentar.
TEXTO:
SALVADOR RIVERA DÍAZ
PROFESOR DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM