La obra de Juan Rulfo interesa cada vez más a los lectores y a la academia en Estados Unidos, ya que el autor de “Pedro Paramo” y “El llano en llamas” se mantiene vigente en la literatura universal, aseguró el escritor mexicano Roberto García Bonilla.
García Bonilla, quien es un estudioso de la vida y obra de Rulfo, participó, junto con el escritor colombiano Conrado Zuluaga, en un conversatorio sobre lo real y lo mágico en las obras de Juan Rulfo y Gabriel García Márquez, organizado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), filial Colombia.
Con este conversatorio y otros eventos que se realizaron entre abril y mayo, el FCE en Colombia celebró la vida y obra de dos de los más grandes escritores de Latinoamérica: Rulfo, quien el pasado 16 de mayo cumplió 100 años de su natalicio, y Gabriel García Márquez, que habría cumplido 90 años.
García Bonilla dijo que la vida y obra de Rulfo están ganando espacio entre los lectores y la academia de Estados Unidos y esto tiene que ver “con una especie de reconocimiento de la obra que ha sido como una especie de ida y de regreso en Europa y el reconocimiento de muchos escritores”.
“No olvidemos lo que dice alguien como Susan Sontag: Rulfo era el escritor más importante en el siglo XX y era el mejor fotógrafo en América Latina. Estas miradas están dando una especie de impacto a los lectores, pero yo creo que básicamente ese impacto es a la academia”, subrayó.
En Estados Unidos ya hay una “pequeña industria académica” frente a la obra de Rulfo, sostuvo García Bonilla, quien recordó que en “1999, Dante Medina calculaba que había unas 400 tesis sobre Rulfo en la academia”.
Estas 400 tesis sobre la vida y la obra de Rulfo en la academia de Estados Unidos puede “parecer poco tomando en cuenta las academias y el número de estudiantes, pero no son pocos tratándose de un escritor mexicano, cuyas obras se habían publicado medio siglo antes”.
Una de las razones para que la vida y la obra de Rulfo impacten en Estados Unidos es porque, 100 años después de su natalicio, el escritor mexicano está más vigente que nunca.
La vigencia de Rulfo “está presente en la violencia. Hay una especie de metáfora de que los muertos somos los hombres viviendo, que estamos enajenados y condicionados por el sistema globalizado”, explicó García Bonilla, autor de "Un tiempo suspendido. Cronología de la vida y la obra de Juan Rulfo (Conaculta, 2008).
“Somos los muertos –dijo García Bonilla–, somos los que tenemos que ir al trabajo, explotados, alienados en nuestra tumba que es nuestro escritorio o en nuestra casa tomando el café y diciendo mira cómo me pasa esto, cómo me pasa lo otro… Podemos decirlo, pero no podemos ir mucho más lejos, ya no podemos cambiar nada.”
Para el escritor y periodista mexicano (1960), antes “podíamos decir: ‘bueno, quiero cambiar de trabajo’, pero ahora, ¿quién se puede dar el lujo de decir: ‘no me gusta este trabajo porque quiero ser más libre y poderoso?’ No, solamente unos cuantos privilegiados pueden decir eso. Y eso es Rulfo”.
El autor de “Pedro Paramo” –según García Bonilla– mantiene vivo el cacicazgo, el poder piramidal, el existencialismo y la relación de amo-siervo.
“Antes tenían nombre y podíamos hablar de un mundo y de una economía que funcionaba, pero ahora ya ni siquiera es eso porque la globalización es un anonimato completo, pero es una efectividad atroz.
”Antes uno iba al restaurante y uno veía que los precios subían cada año o cada dos años. Ahora es cada mes, cada semana está subiendo, porque es un sistema económico que está empujando del mismo modo que los personajes novelescos en Rulfo que están condenados y se pueden dar el gusto de decir lo que piensan, pero además de una manera poética”, dijo el escritor mexicano.
La lectura en “Pedro Paramo” es “poética, nada más es recordar los pasajes de Susana San Juan y ciertos diálogos de ella para que veamos que no es una linealidad, que no está contando de manera directa, no está narrando de manera realista como una novela testimonial, no lo está haciendo”.
La obra de García Márquez también tiene un impacto, quizá mayor que la de Rulfo en Estados Unidos, lo que se ve reflejado en las ventas editoriales.
“Lo que puedo ver en la obra de García Márquez –anotó– es que cualquier tipo de gente de estrato social lo lee, igual que Rulfo, pero en García Márquez es mucho mayor. Tengo que decir con franqueza que he visto mucho más gente en el metro en México leyendo a García Márquez que a Rulfo.”
García Bonilla admitió que la obra de Rulfo “es más compleja porque a la primera lectura no la puedes entender. Rulfo siempre está sugiriendo todo el tiempo; está construyendo un mundo, pero hacia abajo, lleno de poesía que no es tan fácil de imaginar.
”En cambio, García Márquez está contando una historia casi mitológica y al mismo tiempo real. Uno puede leer las genealogías que también existen en Pedro Páramo, pero uno las ve con más evidencia en Cien años de soledad”, enfatizó el escritor.