Llenarlo a tope o no... ahí el dilema

¿Cuántas veces te ha pasado que en la gasolinera la persona que te está atendiendo intenta redondear la cantidad, una vez que el tanque ya botó anunciando que está lleno? De lo más común, ¿cierto?

 ¿Y alguna vez te habías preguntado si hacer esto puede tener consecuencias malas para tu auto?  Pues hoy te contestaremos esa pregunta y desmentiremos algunos mitos…

Comencemos por entender que, el típico “clac” que escuchamos y “salto” de la manguera de servicio, suceden cuando el líquido alcanza la boquilla de la misma. Esto hace que pare el avance del combustible.

 ¿Pero por qué aún así le cabe más?

La presión con la que sube el combustible y los gases involucrados en el proceso, hace que cuando estamos haciendo la carga suba de más, pero una vez que “asienta” queda un espacio para verter más de éste. Sí, igual que como cuando sirves refresco y la espuma hace que se llene el vaso, pero unos segundos después baja y puedes “echarle otro chorrito”.

Llenarlo a tope podría tener estas consecuencias:

Que el líquido comience a desbordarse, lo que representaría una pérdida tanto de combustible, como de tu dinero.

¿Y qué crees?... ¡eso es lo único! En realidad, no hay componentes internos, ni sensores que se puedan dañar. El auto tampoco te reclamará por haberlo alimentado de más y no le causarás ninguna afectación.  

También existen algunos mitos que dicen que un auto podría explotar por tener el tanque demasiado lleno, pero eso sólo sucedería si el combustible se derramara y el auto fuera expuesto a una temperatura extrema. Y cuando decimos extrema es E-X-T-R-E-M-A nivel horno para hacer pizzas. O sea, es prácticamente imposible.

Así que ahora ya sabes que eres libre de responder lo que desees cada vez que te pregunten “¿le echo más o ahí está bien?”.