Las almendras han ganado popularidad en la dieta saludable debido a sus múltiples beneficios, especialmente para la salud del corazón. Originarias de la región mediterránea, este fruto seco es rico en grasas monoinsaturadas y fibra, lo que ayuda a reducir el colesterol LDL, conocido como "colesterol malo", y proteger las arterias, disminuyendo el riesgo de enfermedades cardíacas. Investigaciones de la Facultad de Salud Pública de Harvard respaldan la relación entre el consumo regular de almendras y una menor probabilidad de problemas cardiovasculares.
Además de las grasas saludables, las almendras son una excelente fuente de vitamina E, magnesio, calcio y fitonutrientes, que contribuyen a prevenir enfermedades crónicas y apoyar el bienestar general. La vitamina E actúa como antioxidante, protegiendo las células del daño oxidativo.
Incorporar almendras a la dieta es sencillo: se pueden consumir solas como snack, añadir a ensaladas o postres. Se recomienda un consumo diario de 23 almendras, lo que proporciona una dosis equilibrada de fibra y nutrientes esenciales.