Efectivamente, si de subestimar las cosas se trata, la presencia de priistas sería apenas un 10 por ciento del padrón electoral estatal, más o menos capacidad de los operadores, pero en tiempos que representa una dificultad congregar a 300 ó 500 personas, que acudan más de cien mil da motivos de sobra a los que lo hicieron para celebrarlo. Según el dato oficial, fueron más de 123 mil los que firmaron para participar en la elección interna del 7 de noviembre.
Sí, lo que sigue es de suma trascendencia, se trata que funcione eficazmente la complicada “Operación Cicatriz”. Ya lo anotamos ayer: quien gane de los que juegan, no son siquiera cercanos a políticos que marcaron la vida del PRI en Morelos; sin embargo, se trata de los nuevos actores, los que podemos llamar Generación Emergente, algunos en proceso de vertebración no obstante su edad. Por ejemplo, Amado Orihuela tiene 55 años, pero unos 15 en la vida pública, lo que le iguala en esta actividad con Julio Espín Navarrete o Jaime Sánchez Vélez. Digamos que ninguno de los tres era apenas conocido en el centro de la entidad. Se demuestra, asimismo, que los priistas han crecido a partir de sus derrotas, las que hicieron abandonar sus filas a personajes que sirvieron y se sirvieron de este partido, como Juan Salgado Brito o Jorge Morales Barud que, de quedarse, estarían mejor posicionados que cualquiera de los mencionados y alguno de ellos disputaría la nominación a gobernador en el 2012, sin duda la oportunidad más cercana en los últimos 12 años.
Los días siguientes a los priistas tratarán de distraerlos, de confrontarlos, aparecerán “buscapiés” a ver quién se engancha. Ahí se verá. En tanto, las siguientes dos semanas y media serán parámetro para conocer hasta dónde aprovecharán la coyuntura de arribar al 12 con ventaja sobre otros partidos. El ejercicio de inscripción para su contienda interna indica que son el enemigo a vencer, y se aplica a la perfección el axioma de que “el peor enemigo de un priista es otro priista”, lo que es la prueba a vencer en los días que vienen.
En tanto, valiosas las reflexiones de otro priista bien formado, de primera, como es Víctor Samuel Palma César, en relación al proceso interno, a su partido y a su proyecto. Lo hizo llegar de manera personalizada a gente que lo acompaña en sus tareas políticas. Aquí lo tenemos, tal cual:
“Quiero agradecerle cumplidamente su respaldo a mi postulación para ser candidato a la Presidencia del PRI en Morelos, su apoyo ha sido invaluable y me deja un testimonio de amistad que siempre buscaré corresponder, pero sobre todo me impulsa a no cejar en la tarea de luchar a favor de una política a la altura de la convicción y los valores de gente como usted. Como seguramente es de su conocimiento, decidí responder favorablemente a la invitación que nos hicieran a algunos aspirantes a la dirigencia del PRI por parte de sectores y organizaciones del partido, a fin de intentar conciliar nuestras aspiraciones a partir de una encuesta, pues siempre creeré en los mecanismos de acuerdo y negociación política. Lamentablemente los resultados de esa medición no me favorecieron y decidí honrar mi palabra en el sentido de no presentar mi candidatura. La decisión que tomé ha sido muy difícil, pues estaba confiado en participar en la contienda y en ganar la competencia interna; pero también he sostenido la necesidad de respetar los acuerdos aun cuando no lo beneficien a uno, especialmente en un contexto como el actual caracterizado por la confrontación y la violencia, en donde la política debe mostrar señales de civilidad y conciliación. Debo comentarle que no negocié ningún otro aspecto, y que tampoco recibí alguna propuesta para adherirme a alguna de las campañas. Considero que a la militancia y a los simpatizantes del partido corresponde una actitud exigente frente a los candidatos, evitando que el proceso interno se convierta en una lucha clientelar, y por el contrario se distinga por las propuestas y compromisos, por el debate y la visión respecto de las tareas a realizar, así como de la trayectoria de quienes desean conquistar el respaldo de los priistas. En ese sentido, mi posición es la de analizar el desempeño de las campañas y de sus candidatos para decidir el sentido que habrá de dársele al voto, especialmente cuando quienes encabezan las tres fórmulas son legisladores con licencia, pues es necesario conocer sus posiciones para fortalecer el grupo parlamentario del PRI en la actual legislatura del Congreso local, y lograr un desempeño que honre y prestigie la posición del PRI como primera fuerza política del estado, para lo cual sería conveniente un debate entre ellos.
Le reitero mi indeclinable reconocimiento y afecto.
Samuel Palma”.