El joven asesinado a cuchilladas por dos sujetos que de inmediato fueron detectados por las autoridades, era hijo de un empresario reconocido en esta entidad, que se ha dedicado desde el mismo trágico evento a aportar elementos sin que se logre ningún resultado. Empleados de Ahma (o como se llame el bar en referencia) presenciaron el pleito al interior, los separaron, pasó un rato, el estudiante de Arquitectura se fue acompañado de una muchacha con la que llegó, afuera lo estaban esperando, en un perímetro de 20 metros sucedió todo. ¿Nadie vio? Se conoce que los nombres de los agresores están en poder de las autoridades, que uno se encuentra en alguna localidad de Guerrero y el otro vivía por Altavista. No los han agarrado. El joven asesinado tenía 21 años.
Mencionamos que no vaya a ser una maniobra para que funcionarios hagan de las suyas porque la procuraduría tuvo cerrado el lugar hasta que no cooperaran en las indagatorias. Si está abierto, es que así lo hizo el personal de Amha; pero si detectaron que servían a menores, que procedan. Si usan los medios de comunicación como método de presión, habrá que vigilarlos. Por otro lado, si el establecimiento demuestra que se comete un abuso en su contra, también tiene derecho a defenderse. Es cierto, los que tenemos hijos jóvenes acostumbrados a salir los fines de semana con sus amigos, desearíamos que en cada uno de estos lugares se les garantizara la seguridad. Habrá que hacerlo en conjunto.
En tanto, que en ninguno de estos establecimientos embriaguen a chamaquitos.
Los Infiltrados
El daño se lo autopropinan esos tres o cuatro infiltrados que tiene la administración municipal de Cuernavaca. Ya los detectaron, desde el mayor hasta los medianos, que aprovecharon el conflicto de fin de semana para darle duro a Erik Salgado no en un afán de ayudar a su jefe, protector y rescatista MMG –los sacó de la nada—, sino abonando a sus ambiciones de elevarlo en la presidencia de Cuernavaca desde antes de la elección: primero a través de una interpósita persona y luego ya personalmente. Tan ilusos como perversos. Mientras, que hagan y se hagan daño. Ya los vieron. No subestimen al joven Martínez Garrigós, ni piensen que les pavimentará el camino. Él construye su proyecto, y así, con golpes bajos y aprovechamiento de crisis, no van a ningún lugar, porque peso propio, de grupo, simpatía, carecen, están prácticamente jodidos.
Todos saben quiénes son; por eso, en este momento enviamos este mensaje.
Precisión
No es Héctor, sino Miguel Ángel Yunes Linares quien fue el candidato del PAN en la pasada elección de Veracruz. “Y no tiene buena relación con la maestra Elba Esther Gordillo Morales. Al contrario”, nos asegura uno de los profesores del círculo cercanísimo de la política chiapaneca.
Es cierto, Miguel Ángel Yunes era jefe de prisiones a finales del gobierno de Ernesto Zedillo, ha ido de un lado a otro y es el autor del ataque sufrido por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en el tradicional Café La Parroquia de Veracruz, al enviar un grupo de travestis y vándalos a molestarlo. Yúnes era el fiel secretario general de gobierno del feo Patricio Chirinos. Este mismo Yúnes fue quien detuvo en un retén de alguna carretera de Veracruz a su paisano, el ex procurador general de la República, Ignacio Morales Lechuga. Sí, una ficha. Se nos olvidaba: lo ligan al escándalo del pederasta de Cancún, el de ascendencia árabe, Kamil, el mismo que le mandaba sus pomos al “gober precioso” Marín de Puebla.
Bájenle a “la mordida”
Duro, muy duro “le pegan” agentes de Tránsito de Cuernavaca. Se pasan de la raya. Una cosa es que muchos no anden del todo bien y otra, el abuso abierto, desafiante, del personal de Tránsito. No sabemos cómo se llama el jefe, parece que es fuereño, pero se los vamos a presentar pronto aquí. Vimos el sábado en la céntrica calle de Guerrero, pegados a La Fayuca, una fila de taxistas detenidos. Nos sentamos a observar: de los cuatro parados, tres se arreglaron mediante un billete y el otro se fue infraccionado. Irregulares o no, es cada vez más notorio que alguien en la Secretaría de Auxilio Ciudadano y Protección da órdenes para que se note la corrupción. ¿Quién? Porque los elementos no se mandan solos; ellos hacen lo que sus jefes les indican. Tienen que tomar medidas inmediatas.
Mauricio Vega Chavaje tiene que mostrar sus raíces guayaberas metiendo orden; si no lo hace, dará fuerza a la versión de que no es ningún jefe de Tránsito el que ordena el atraco, o desde una oficina alta del Ayuntamiento, sino el hijo del general Clemente Vega. Mauricio es de una familia de cuernavacences de cepa; es hora de que le corresponda a sus paisanos.