Evidentemente, es bueno para las personas adultas mayores aprender algo exterior, como puede ser un idioma, viajar y conocer ciertas culturas, aprender un baile, aprender a cantar.
Personas muy, muy mayores aprenden ahora computación. Todas son oportunidades razonables de aprender algo y esto hace que la persona se mantenga con una gran vitalidad interior.
Lo que tiene que aprender primeramente el anciano es aceptarse a sí mismo y reconciliarse con la historia de su vida. Tiene que aprender a desligarse de sí mismo y de todos los roles que haya podido desempeñar a lo largo de su existencia. También tiene que aprender a jubilarse, a retirarse a tiempo para dejar paso a otros.
Todos éstos son procesos de aprendizaje que pasan necesariamente por una dolorosa etapa, que va quedando atrás, en el pasado. El duelo por todo lo que nos retira la ancianidad, nos pone en contacto con todo lo que ella misma nos regala, pero con paz, serenidad y prudencia. Estas tres cosas son características de esta última etapa de la vida; son tres dones muy preciados que, desafortunadamente, se obtienen con el paso de los años.
Ahora bien, el que aún siendo mayor está dispuesto a seguir aprendiendo, o disfruta de las pláticas con otros para aprender de ellos sobre qué les preocupa, o les hace preguntas sobre cosas que él no sabe, conserva su vitalidad. Los jóvenes debiesen interesarse en platicar con los adultos mayores, porque con ellos pueden aprender mucho, pueden ver cuáles fueron los motivos que tuvieron para seguir tal modelo de vida y con esto, además de mantener la vitalidad de las personas mayores, también mantienen la vitalidad de los jóvenes. Esto les sirve para que no se anquilosen. Aunque estos dos aprendizajes son muy diferentes, uno es el de los mayores y otro es el de los jóvenes; sin embargo, ambos resultan beneficiados al compartir sus experiencias.
Con esto, tanto los jóvenes como los ancianos pueden tomar modelos para continuar viviendo y aprendiendo. Por supuesto que los mayores tienen mucho que enseñarnos a los jóvenes, pero también muchas veces los mayores aprenden inclusive de los niños y eso es importante, porque se genera una retroalimentación.
En los últimos años, en muchas partes del mundo, se han abierto universidades y escuelas especializadas en adultos mayores para que continúen aprendiendo y sobre todo disfrutando de la vida. Los mayores deben sentirse felices de tener una vida auténtica, donde continúan como si fuera una escuela aprendiendo cosas nuevas.
También los jóvenes debiesen tomar cursos para prepararse para la vejez, ya que es algo de lo que no se hablaba en los años cincuentas o sesentas porque sabíamos que la gente no vivía tantos años y las pocas personas que vivían más años, se quedaban en sus casas y ahí morían. Hoy en día, sabemos que las personas fácilmente están cumpliendo 80 años, algunas con un envejecimiento exitoso, es decir, saludables física y mentalmente.
Entonces, ¿qué debemos hacer? Aprender a tener una vejez maravillosa, junto con nuestra pareja, junto a nuestros hijos, nuestras familias, nuestros vecinos, nuestros amigos.
Podemos asistir juntos a tomar cursos, talleres, diplomados.
Y hablando de aprender, invito a todas las personas que nos siguen en esta columna al Diplomado en Autocuidado y Prevención, con estrategias saludables para una vida futura, que ofrecerá a partir del 3 de septiembre y hasta el 7 de enero la Universidad La Salle Cuernavaca. Este diplomado está dirigido al público adulto interesado en capacitarse en el autocuidado integral y en mejorar su calidad de vida y la de su familia; también es para profesionales del campo de la salud y áreas afines. Tendrá una duración de 120 hrs. Será en una modalidad semipresencial (una sesión presencial de 6 horas por módulo). El lugar será la Universidad La Salle, con un horario de 9 a 15 hrs. y como objetivo general se tiene que los participantes adquieran suficientes habilidades de prevención y autocuidado a fin de conservar su fuerza y energía juvenil por el mayor tiempo posible, así como invertir en la adquisición de estrategias para enfrentar las crisis con un sentido de vida pleno y habilidades renovadas, para soltar el pasado y reinventarse a sí mismos.
Para mayores informes e inscripciones, se pueden poner en contacto con LE. Laura Cervantes en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.