Ahora bien, el derecho es legítimo de cualquiera, pero la realidad predomina y en ese camino debemos ir los que nos dedicamos a la información y a la política. Nada de ilusiones ni de comprar o vender sueños. Aun degradada como está la política, sus valores fundamentales no se mueven, ahí han estado siempre. Lo anterior aunado a la realidad dice que la posibilidad de gobernar es del PRI el próximo año, el gobierno estatal y buena parte de las demás posiciones. Eso no es asunto de que el columnista lo quiera o no, se trata de percepciones que van más allá de las intenciones, más bien forman parte del colectivo. Nadie puede asegurar que un priista en particular tiene ganada la partida, más cuando en las pistas de la política han colocado trampas, son resbaladizas y colocan letreros enredados para perder la ruta.
A partir del crimen contra el candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta, cualquier cosa puede suceder. Lo sabemos los mexicanos, se acabaron las reglas y parte de la política se criminalizó. Recién asesinaron al presidente municipal de La Piedad, de extracción panista, un hecho lamentable del que (dicen y ahora les decimos quién) han hecho una plataforma desde donde los panistas buscan crecer ante las malas noticias en las mediciones nacionales.
“En sus ratos libres” los gobernadores hacen la política que en sus localidades se ausenta desde siempre. Qué bueno. Lo vemos en Michoacán. Hace días en el noticiario vespertino de Pepe Cárdenas, la maestra Rosario Robles, ex presidenta del PRD y ex jefa interna del gobierno del DF, una mujer tan hecha que hasta sus presuntos errores atrapados por la pasión y el amor nos gustan por legítimos, dijo algo muy cercano a lo siguiente en reacción al homicidio en Michoacán del alcalde de La Piedad:
--“Voy a decir una irresponsabilidad con toda responsabilidad: es La Estrategia”.
Que cada quien lo interprete como guste, que revisen los despliegues en tierras purépechas y que determinen. Y la referencia a Ariosto Genel no es peyorativa, simplemente respetamos su derecho de aspiración pero vivimos en la cruda realidad de Morelos, y ésta se contrapone a juegos tan antiguos como el de “la comidita”.
El Tigre y El Huevo
José Robles Quintana, el coronel en retiro, ha sido un buen jefe de la Policía Ministerial. Afincado en Morelos desde siempre, con toda su familia de aquí, “El Tigre de Huitzuco” ha sido un funcionario discreto y eficaz. Lo remueven del cargo a otro con acciones que, suponemos, van a servir a su jefe Pedro Luis Benítez, pero sobre todo a la sociedad local. El coronel Robles tuvo como cuñado a uno de los bohemios más queridos de Cuernavaca: Adolfo Lugo Caballero “El Huevo”, en su momento el más solicitado y mejor requinto de la entidad. Eso en el terreno comercial, porque cuando entraba el artista, las canciones más finas surgían de sus cuerdas y su voz.
Adolfo cumple el mes próximo 11 años que se adelantó, dejando una escuela inigualable y fina como Olinka (¡qué sabroso canta esta mujer!), el gran Luis Rivas, y si de requinto se habla, Tancio de Acatlipa fue su discípulo desde cuando niño su mamá lo traía de su poblado a los edificios de la esquina de Clavijero con Arista, ésos que se ven grandotes y abandonados bajando del sector del mercado “ALM”. Otro de sus discípulos fue su compadre Jorge Núñez Suástegui, el inolvidable “Ney”. Tancio, que es invidente, ha hecho una escuela de calidad en Acatlipa, desde donde surgen boleristas de altos vuelos.
Bueno, el coronel Robles gusta de la música que ejecutaba su cuñado y en su discoteca no puede faltar Marco Antonio Muñiz y las canciones que nadie conoció y son las más finas. Solamente los mencionados Olinka, Luis Rivas, Las Jaramillo, el coronel y, claro, el que les escribe que tomaba nota mental de todas y todos.
Comentamos esto porque del coronel Robles Quintana un paisano suyo, que nació en Cuernavaca pero se crió en ese pintoresco y bello pueblo norteño de Guerrero, nos dijo que le decían “El Tigre de Huitzuco” y era cuñado de Adolfo. Una ocasión, en el oído escuchamos la letra de una gran canción llamada “La noche que te amé”, de ésas que no tienen drema. Era José al que de inmediato ubicamos con “El Huevo”. Un buen elemento “El Tigre” del que debe ser aprovechada su experiencia, eficacia y profesionalismo.
Y se nos clava en la mente la letra de esa interpretación magistral de don Marco Antonio:
“Amor, has encontrado un corazón aventurero y soñador./ Amor no tengas prisa porque el tiempo se ha parado en el reloj./ Sólo las estrellas grabarán nuestro cariño con su resplandor/ y hasta el tiempo guardará nuestro secreto, de esta noche entre tú y yo”. Seguro algo se confundió en el texto, pero los que saben de Muñiz, de la afición de “El Huevo”, sus discípulos y amigos por la fina música, lo van a entender.