Es conveniente, que, por lo menos dos veces al año, las personas mayores puedan acudir al médico y al laboratorio, para realizarse un examen de rutina donde puedan conocer el estado de salud de su cuerpo. Un diagnóstico del estado de salud, comienza, precisamente, al realizarse exámenes de laboratorio: análisis de sangre, técnicas e imagenología. Pero además, no sólo eso se requiere para detectar cualquier anomalía, existen otras herramientas que nos pueden ayudar a saber acerca de nuestro estado de salud.
Las señales de alerta se manifiestan desde los pies, hasta la cabeza. Los médicos chinos, sabiamente nos dicen, que ellos buscan todo tipo de cambios o de variaciones en el cuerpo, desde el color y la textura de la piel, las uñas y los ojos, hasta el ritmo del pulso.
Nuestros médicos de antaño, que eran médicos generales o el clásico médico familiar o de cabecera, nos realizaba un análisis muy detenido de todo nuestro cuerpo para poder emitir su diagnóstico. Los médicos de hoy en día, se basan prácticamente en enviarnos al laboratorio y empezar por una tomografía o un ultrasonido, cuando, a veces, un simple análisis de orina y los clásicos de sangre: la biometría hemática y la química sanguínea nos pueden decir muchas cosas. Para las personas adultas mayores es muy conveniente realizarles estos simples exámenes de laboratorio, ya que nos pueden indicar que la persona tiene una anemia, o una infección en vías urinarias que puede llegar a causar algo muy similar a creer que es una demencia.
Debemos vigilar en nuestros adultos mayores, la ingesta de líquidos, por ejemplo, porque, en menos de 4 horas, una persona puede llegar a deshidratarse y tener que ser llevada al hospital para que le coloquen suero y llegar a más complicaciones.
Lo mejor es: prevenir. ¿Cómo? Simplemente, vigilarlos y cuidarlos como si fueran nuestros hijos y estar al pendiente de todas sus necesidades y requerimientos. Por ejemplo, el saber que ellos deben comer de 3 a 6 veces al día, no todas las personas lo saben y menos si se tiene en casa una persona diabética, que debe tomar pequeñas colaciones entre las comidas principales.
Si vigilamos y cuidamos su salud, podremos evitar ir a los hospitales y evitaremos el deterioro. También es conveniente realizar una densitometría ósea, especialmente en las mujeres, que son las que mayor riesgo corren y con un simple golpe, pueden sufrir una fractura y principalmente una fractura de cadera que llega a ser sumamente complicada y a veces la recuperación, dependiendo de la persona y la edad, pueden llegar a dejarlas incapacitadas por el resto de su vida.
Para esto es recomendable llevar a nuestros familiares adultos mayores, a realizarse un chequeo y a prevenir todo tipo de enfermedades. Recordemos que se vuelven muy frágiles, y sensibles también a los medicamentos. Los médicos generalmente, recomiendan las medicinas como si fueran dulces, y la polifarmacia no es conveniente para ninguna persona. Debemos recomendarles comenzar primero con medicina alternativa (homeopatía, acupuntura, imanes, etcétera) y ya después con la medicina alópata, que es más agresiva. En esta temporada de calor, recomendamos a los familiares de los adultos mayores, a vigilar la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación, de igual forma que se evite comer en puestos callejeros para impedir enfermedades gastrointestinales, así como los cambios de temperatura, los aires acondicionados y luego salir a la calle o algún lugar muy caluroso, porque esto en ellos puede provocar serios trastornos en su salud.