I
Zona sur de Morelos. El domingo 24 de septiembre, por la tarde estuvimos buscando al soldado por varias horas porque un fotógrafo que vive en Zacatepec, Marco Gil Vela, posteó en su muro de Facebook una fotografía en donde hay varias personas que sostienen a un militar, que llora. Marco le quería dar las gracias a este hombre porque rescató de los escombros los cuerpos de sus familiares: “Gracias por que sin saberlo me regalaste la oportunidad de despedirme de mi esposa e hija, gracias por que sin dudarlo arriésgate tu vida bajo los escombros y junto con los demás diste hasta el último esfuerzo para rescatarle, supe que cuando viste su brazito bajo aquel escombro ese 19 de septiembre gritaste con un dolor palpable e insoportable, desgarraste tu garganta y tus lágrimas brotaron como si hubiese sido tu propia sangre quien hayabas sin vida, gracias por entregarla a mi guerrero Zeus Gonzalez (primo de mi esposa) gracias por soportar aquella loza que cayó sobre tú cara para rescatar a mi niña y sin saber gracias por hacerme soñar con un posible milagro GRACIAS A DIOS POR ALISTARTE en el EJERCITO MEXICANO Y GRACIAS A TUS TROPAS Y OFICIALES POR PONERTE AHI EN ESE PRECISO INSTANTE para darlo todo POR MIS MUJERES !!!! A ti te saludo hermano soldado, por ti desenvaino mi espada de dolor y ante ti la presento como muestra de mi mayor respeto, admiración y estima! Si alguien le conoce ayúdeme a llegar hasta el, para poder estrecharle mi corazón que aunque destrozado... Le estará agradecido toda la vida. "Un recuerdo para ellos de gloria" MORELOS AGUANTA, MÉXICO SE LEVANTA”, posteó Marco Gil el 22 de septiembre; tres días después del sismo que devastara 70 por ciento de la ciudad de Jojutla y gran parte de las demás ciudades y pueblos de Morelos. La foto y el texto se volvió viral en redes sociales.
Después de algunas llamadas, supimos que se encontraba en el centro de Jojutla, en un estacionamiento habilitado como campamento por el Ejército Mexicano. El soldado pertenecía al 108 Batallón de Infantería del Ejército Mexicano, con sede en la Base Lagartos, en Tehuixtla. Hablamos con un oficial, quien identificó a su elemento: se llama Moctezuma Luis Hernández, y contó que el 19 de septiembre el 108 Batallón llegó a Jojutla por órdenes superiores para prestar ayuda inmediata a las víctimas. Media hora después recibieron una llamada cerca de allí, por las calles de Ricardo Sánchez y Valentín Gómez Farías: varios elementos fueron a proporcionar ayuda. En una de las casas destruidas, mientras escombraba, Moctezuma miró a una mujer y a una niña, atrapadas. De inmediato concentró sus fuerzas en ellos y ayudado por sus compañeros logró rescatar primero a una mujer que, con su cuerpo, protegía a una niña. Enseguida sacó el cuerpo de la pequeña, la cual hizo un ruido, como si hubiera aspirado, lo que hizo suponer que aún estaba con vida, por lo que le dieron atención inmediata pero no lograron que reaccionara.
El militar mandó traer al soldado, quien en pocos minutos se presentó ante su superior.
Es un muchacho moreno, de 21 años, ojos negros; llevaba su uniforme puesto y una gorra militar.
Mientras esperábamos el permiso de sus superiores para que pudiéramos entrevistarlo, a más como una charla que como entrevista en forma, Moctezuma nos contó que tenía 21 años, que era del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, su padre es militar activo y que su familia, en Oaxaca, había sido afectada por un temblor en el Istmo: “Vivimos ahorita en el patio de la casa”, expresó.
También dijo que se alistó en el Ejército desde hace siete meses y que es la primera vez que participa en tareas de rescate de esta magnitud.
Moctezuma platicaba en voz baja sobre esto sin que en su rostro se expresara alguna emoción, quizá por timidez o porque estaba rodeado de militares, compañeros suyos de mayor rango.
–¿Tienes hijos? ¿De qué edad? –le preguntamos.
–Tengo una esposa de veinticinco años y una niña de dos años –respondió, y su rostro se descompuso: sin duda, su situación era muy parecida a la del fotógrafo Marco Gil Vela, quien lo andaba buscando para darle las gracias por haber rescatado el cuerpo de su esposa y de su pequeña hija.
Uno de los militares que estaba a su lado nos ordenó que dejáramos de preguntar porque a Moctezuma no le habían dado permiso sus superiores de hablar.
–Llamen mañana a mediodía, para que les digamos si nuestros superiores autorizaron a Moctezuma para que sea entrevistado –dijo un oficial.
(Al día siguiente confirmaría que la entrevista no se había autorizado y que los reporteros esperáramos hasta que los altos mandos lo permitieran: “Moctezuma no hizo nada extraordinario. Hay doscientos mil elementos del ejército en labores de rescate”, dijo nuestro contacto.)
-Fotografía obtenida del muro de Facebook de Marco Gil Vela.-
II
“Capitán” se llama el perro que confirmó la existencia del cuerpo de Margarita María Castañeda, de 57 años de edad, debajo de los escombros de la parroquia de Santiago Apóstol, en Jiutepec, el 22 de septiembre.
Juan Francisco García Santana, oficial bombero, asignado a la unidad canina, presentó al pastor belga malinois, uno de los tres perros que posee Bomberos y Protección Civil de Zapopan, Jalisco.
“Capitán” tiene un años y ocho meses, es de color oscuro con manchas café. Juguetón y alegre, con mucha vitalidad.
El animal es un perro de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas y aéreas y agrestes para detección de personas vivas; es hijo de un perro policía de Zapopan y la mamá es una perra rescatista de Bomberos de Puerto Vallarta.
Tiene un costo de 390 mil pesos y pertenece al Ayuntamiento de Zapopan, Jalisco; puede percibir cerca de sesenta mil partículas diferentes y es el único entrenado para detectar personas vivas.
Se le da una alimentación balanceada, se le saca a pasear y a entrenar. Esta última actividad se realiza simulando escenarios en donde se puede localizar a personas extraviadas vivas, como basureros y estructuras colapsadas.
Según el bombero, al perro se le entrena con un juguete, que prácticamente lo tiene desde muy cachorro y lo acompaña toda su vida. El perro no sale a trabajar, sino que sale a jugar; la búsqueda es un juego.
Capitán empezó su entrenamiento desde los dos meses. Se trabajó en la fijación de su juguete: se pone el juguete a vista del perro para que haga una memoria visual y use su nariz para rastrearlo; después se le esconde el juguete para que lo busque. Después comienzan a esconder víctimas con el juguete para que asocie el juguete con el olor de la víctima. Luego sacan su juguete y dejan sólo el olor de la víctima.
Capitán se estrenó en la entidad y es su primera salida oficial para una búsqueda real. Funcionó en diferentes zonas y simulacros. En Jojutla hizo seis búsquedas, cinco de ellas en Jojutla, en donde se manifestaba la posibilidad de personas sepultadas; el perro ingresó e hizo sus búsquedas y no detectó ninguna señal de vida.
“Fuimos a Jiutepec y llevamos a Capitán. La iglesia ya había sido abordada por un perro de acá de Morelos, para localizar cadáveres, ya había marcado sobre la zona. Capitán entró, hizo su sondeo en toda la iglesia buscando alguna posibilidad de vida. Fue hacia donde estaba la marcación del canino que ya había marcado y comenzó a dar señales de marcaje. Para nosotros no es conveniente que Capitán marque una persona fallecida porque nos interesa que nos dé la localización de personas vivas, no dejamos que nos marcara en la zona, sólo vimos sus actitudes como cuando nos marca personas vivas y lo retiramos de la escena, para no confundirlo y quitarle el propósito. Un perro marca cuando comienza a ser insistente con el olfato, a clavar su olfato hacia una zona, a rascar, y cuando el perro nos da tres o cuatro o más ladridos muy intensos en el sitio, porque sabe que ahí está su objetivo. Capitán corroboró que ahí donde había marcado el otro perro había una persona sepultada”, explicó Juan Francisco García Santana.
III
En Zacatepec, en el estadio Agustín Coruco Díaz, que sirvió como gigantesco centro de acopio en donde personal federal repartió en las comunidades de Morelos más de 120 mil toneladas de víveres, se realizó una cascarita internacional entre un combinado de jugadores de Honduras, Panamá y El Salvador contra jugadores de Zapopan, Puerto Vallarta y Tlaquepaque, Jalisco; muchos habían trabajado de sol a sol en la ayuda que se proporcionó a los morelenses caídos en desgracia después del sismo del 19 de septiembre.
Con lo poco que les quedaba de fuerzas, los rescatistas y una nutrida porra se enfrentaron sobre el verde de la superficie del Coruco; los vencedores fueron los rescatistas y el perdedor fue la tristeza y el cansancio.
Esto ocurrió el sábado 23 de septiembre a las 20:27 horas; el día siguiente, ya pasadas las 15:00 horas, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, agradecería a cerca de 300 hombres y mujeres, a cargo del comandante Sergio Ramírez López, coordinador nacional e internacional de Búsqueda y Rescate de la Secretaría de Gobernación (y coordinador municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, Jalisco), las labores que había realizado y les desearía feliz regreso a sus lugares de origen.
-Imágenes: Máximo Cerdio.-