Pobladores de ese lugar buscan frenar su participación en la contienda para delegado, pese a resolución del TEPJF que acota usos y costumbres.

Cuautla.- A pesar de la sentencia de la Sala Regional de la Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que ordena la inclusión de las mujeres en el proceso de elección del delegado político de la comunidad indígena de Tetelcingo, actores políticos de ese poblado insisten en impedirlo, pues argumentan que debe ser “un proceso paulatino”.

Tal postura fue manifestada por integrantes de las cinco planillas que acaparan el derecho a postular candidatos, durante una reunión previa en el Ayuntamiento de Cuautla, donde ratificaron su oposición a modificar sus usos y costumbres, por lo que existe el riesgo de que la asamblea convocada para este martes 15 de marzo termine en una confrontación.

En dicha asamblea se tiene prevista la participación del Ayuntamiento de Cuautla, del Instituto de la Mujer del Estado de Morelos (IMEM), de los representantes de las cinco planillas, del delegado político y de habitantes de todas las colonias de ese poblado, con el objetivo de sensibilizar a los habitantes de esa comunidad indígena acerca de la importancia de la participación de las mujeres en la elección de autoridades locales.

Sin embargo, en la convocatoria –que fue emitida por el delegado político, Lázaro Becerro Beltrán, y las cinco planillas– se estableció un orden del día en la que se contempla volver a someter a votación si se acepta o no la sentencia del TEPJF, con lo que dejan en claro su decisión de cerrarle las puertas a Araceli Xixitla para negarle su registro.

Lo anterior fue denunciado este lunes por la aspirante, quien manifestó su temor de que el grupo de hombres que controla el proceso electoral recurra a la violencia para impedir su participación. Dejó en claro que su propósito no tiene fines personales, sino es parte de una lucha por abrirles paso a los derechos de las mujeres, que en dicha comunidad han sido marginadas.

“No es Araceli Xixitla que a fuerza quiere participar. Es el derecho de todos; la causa es la participación libre, una convocatoria libre e incluyente, no a la decisión de cinco personas y el delegado. Ya ustedes dirán si alzamos la voz mañana (hoy) y que de una vez por todas se terminen de ir las cinco personas que tienen a Tetelcingo en la miseria; siempre esas mismas personas beneficiándose a costa del pueblo”, señaló.

Su denuncia la acompañó de una videograbación en la que un hombre, en representación de las cinco planillas, fijó la postura de los hombres en los usos y costumbres, al señalar que no están preparados para que las mujeres participen en la elección de delegado político.

“Desde que estuvo el gobernador Lauro Ortega vino a dar la delegación, pero no nos dijo nuestras facultades, no nos dijo nuestras funciones; a nosotros, como delegación, no nos dijeron nuestras obligaciones, aunque estamos en la Ley Orgánica, pero no nos dijeron. Nuestros usos y costumbres nos los han retrasado tanto que no sabemos si vale nuestra participación. Está bien que nos vengan a reestructurar; lo de la participación de la mujer está bien, pero tiene que ser paulatino, gradual… Yo entiendo que vienen a concientizar, pero tal parece que no vienen a concientizar: vienen a imponer una participación de la mujer”, señala.

Puso como pretexto que ni en los gobiernos federal, estatal ni municipal se ha logrado la equidad de género, por lo que no aceptan que se aplique en su comunidad. “Si toda la vida hemos vivido con ese régimen, si siempre hemos vivido sobre esa línea, no puede ser posible que de plano vengan y cambien nuestra escena; estamos de acuerdo que queremos incluir a la mujer, estamos de acuerdo que tenemos que cambiar, pero tiene que ser gradualmente”, indicó.

Ante esa postura, aumentó la incertidumbre acerca del resultado de la asamblea de sensibilización, la cual ha sido asumida por las autoridades de esa comunidad indígena como una nueva consulta para negar la participación de Araceli Xixitla en su proceso para renovar la delegación política.