La inseguridad y la elevación de precios inhibieron las compras en el municipio de Cuautla.

Cuautla.- A pesar de las altas expectativas que había entre el comercio establecido en la temporada alta de fin de año, las ventas no fueron las esperadas debido a múltiples factores, como la carestía causada por la inflación, la inseguridad, el comercio ambulante y la falta de atractivos para el turismo, reconoció Juan Díaz Olvera, dirigente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Cuautla y la región oriente (Canaco-ServyTur).

Manifestó que –de acuerdo con los reportes de los prestadores de servicios– la ocupación hotelera y restaurantera cayó hasta un 50 por ciento, en tanto que los comercios establecidos no fueron visitados por los ciudadanos, a pesar de que había muchas personas en las calles.

“Es un obstáculo para llevar a cabo un paseo o una estancia de fin de año; sí hubo gente, pero no en el porcentaje que se esperaba: los hoteles no alcanzaron la totalidad de su capacidad, hubo una reducción de aproximadamente el 50 por ciento, los restaurantes estuvieron semillenos, no estuvieron al 100… Si bien había gente por las calles, los comercios estuvieron vacíos, no pasaba la gente a comprar como en años anteriores, inclusive como antes de la pandemia”, indicó.

El clima de inseguridad que se traduce en asesinatos a cualquier hora del día, múltiples balaceras en las colonias, así como la falta de una estrategia de seguridad que dé confianza a los habitantes y a los turistas causaron su efecto negativo en la actividad comercial.

“Esto denota que sí hay una preocupación de parte de la ciudadanía en cuanto a querer gastar, porque ahorita ya no les alcanza para lo mismo, la crisis inflacionaria está haciendo crisis en los bolsillos”, señaló.

Las ventas de Día de Reyes mantienen la esperanza de una recuperación para el comercio establecido. Sin embargo, la anarquía comercial en las calles propiciada por el Ayuntamiento, que solapa la invasión de las calles y plazas con el comercio ambulante, amenaza con sabotear las ventas del sector comercial que sí cumple con su obligación de pagar impuestos, además de rentas, agua, luz, sueldos y demás gastos de operación.