Decenas de transeúntes, comerciantes y hasta policías que vigilaban el lugar, corrieron despavoridos al escuchar el estruendo y percibir el olor a gas para ponerse a salvo.
Afortunadamente el conato de incendio fue controlado por el mismo propietario del local, quien dijo que una de las mangueras que conectan al tanque de gas se soltó provocando la explosión que, afirma, no pasó a mayores.
Momentos después llegaron al lugar algunos elementos de Protección Civil, quienes verificaron que los puestos ambulantes que se cuelgan de las redes eléctricas públicas y que utilizan tanques de gas para elaborar sus productos, no cuentan con ninguna medida de seguridad.
En el puesto donde ocurrió el incidente, se verificó que la acumulación de gas propició el flamazo que afortunadamente no pasó a mayores. Al realizar la verificación, los elementos de Protección Civil corroboraron que, igual que todos los improvisados puestos ambulantes, no cuenta con extinguidores, ni botiquín de primeros auxilios.
Comerciantes establecidos que presenciaron los hechos culparon al presidente municipal Jesús González Otero de poner en riesgo a la población, al permitir la ocupación del zócalo de la ciudad, por donde a diario pasan miles de personas y familias enteras que se dirigen a sus trabajos, escuelas, a la iglesia del lugar, a los mercados o establecimientos comerciales de la zona.
Señalan que aprovecha la necesidad de los comerciantes ambulantes, a quienes se les cobra cuotas diarias sin que se sepa el destino de las mismas.
Asimismo, denunciaron que este siniestro ocurre después de que fue designado Julián Javier López Loaeza como director de Protección Civil, quien como único mérito tiene ser amigo íntimo del alcalde. El flamazo registrado en los puestos ambulantes del zócalo, es resultado de la impunidad con la que se manejan algunos funcionarios municipales, quienes incurren en omisión al no verificar las condiciones de seguridad de los locales, agregaron los comerciantes.