Lo anterior, fue revelado por paramédicos de algunas ambulancias, que han tenido la necesidad de trasladar enfermos a ese nosocomio, en donde frecuentemente tienen que esperar hasta 40 minutos para que les sean recibidos los pacientes.
Luego de pedir no ser identificados, los paramédicos aceptan dar detalles de las deficiencias que aún presenta el más grande hospital de la región, pues aseguran que no se respetan los protocolos de atención, lo que dilata la atención de los enfermos graves o heridos.
Señalan que la recepción prehospitalaria establece una gama de criterios para evaluar la prontitud del acceso, sin embargo, no es respetado, toda vez que a los pacientes que llegan con emergencias de salud graves tardan en ser recibidos, por lo que los paramédicos deben esperar hasta 40 minutos, mientras que las emergencias esperan en las calles.
Destacan que en los servicios de urgencias a hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del ISSSTE ubicados en este mismo municipio no enfrentan el mismo problema, debido a que el número de derechohabientes representa una demanda menor que la población abierta.
“Hemos llevado pacientes con infartos al miocardio que los tienen esperando en las camillas con dolores agudos en el corazón, en lugar de ser atendidos, en estos casos un minuto es clave para salvar una vida”, destacó un paramédico.