Al concluir su gestión, Parral Espinoza fue sometido a una rigurosa revisión de todos los manejos administrativos que llevó a cabo, encontrando la nueva directiva que éste utilizó el liderazgo sindical para beneficiarse él y sus familiares.
Mediante un desplegado que ha sido publicado en todas las oficinas del Ayuntamiento de Cuautla, el también conocido como “Sindicato Rojo” da a conocer la decisión de la asamblea y señala los actos de corrupción por los que fue expulsado de la organización sindical.
Entre otras cosas, la asamblea general de sindicalizados analizó las afectaciones provocadas a los agremiados por los cotos de poder que ejercía Parral Espinoza, como el retirar las compensaciones a los trabajadores en proceso de sindicalizare para asignarlas a sus familiares, dar de alta a nuevos sindicalizados sin trámite alguno y sin someterlo a la asamblea general, además de sindicalizar a trabajadores de confianza, lo cual va en contra de sus estatutos.
En los excesos de poder, Leonardo Parral Espinosa otorgó compensaciones de cuatro mil a cinco mil pesos a sus familiares y allegados, en tanto que a 80 trabajadores les bajó la compensación de 600 a 300 pesos, a pesar de ser derechos adquiridos.
Por estas y otras irregularidades, Parral Espinoza fue desconocido y expulsado del sindicato municipal más antiguo en el Ayuntamiento de Cuautla. A pesar de haberle demostrado sus corruptelas, el ex líder sindical se niega a recibir la notificación de su expulsión, por lo que la asamblea le está notificando por estrados, colocando una copia del acta de asamblea en cada oficina municipal.