La coordinadora del CECA, Martha Cantú Ochoa, señaló que es en el seno familiar donde los adolescentes de 15 años empiezan a experimentar el consumo de alcohol, lo que es considerado normal e inofensivo; sin embargo, al repetirse la ingesta con más frecuencia, el consumo consuetudinario los pone en riesgo, porque al salir con los amigos consideran que beber alcohol es algo normal que aprendieron en casa.
Destacó que es urgente que la sociedad asuma su responsabilidad para no seguir tolerando el consumo de alcohol en la casa, la proliferación de vinaterías y la venta de bebidas embriagantes las 24 horas, porque de lo contrario “asumimos que es algo cotidiano y normal, y que alguien más lo resolverá”.
Dijo que es necesario fomentar una cultura de la protección, erradicando los malos hábitos familiares y propiciando la denuncia de negocios ilícitos ante las autoridades correspondientes; “como es una droga lícita, está normalizado, pero es mejor enseñarle a mi hijo a que corra, que estudie, vaya a ver una buena película, a que aprenda a consumir”, destacó.
Cantú Ochoa enfatizó que el estado de Morelos, además de tener el primer lugar en consumo explosivo de alcohol, ocupa el cuarto lugar en consumo dependiente, donde ya no se tiene el control de la sustancia y todo lo que gira alrededor de la persona, se concentra en conseguir el alcohol.
Hizo hincapié en que las personas que están consumiendo más de cuatro o cinco copas en una sola ocasión, ya implica un riesgo a una intoxicación acelerada, además de estar expuestos a accidentes o a sexo sin protección, con sus respectivas consecuencias.
La coordinadora del CECA destacó que el municipio de Cuautla se encuentra catalogado como una zona de mayor incidencia en el consumo de alcohol de toda la región oriente de Morelos, donde los adolescentes, principalmente mujeres, están consumiendo más cantidad, lo cual es una característica de esta zona.