La indolencia que han mostrado las autoridades municipales para resolver el mal estado de los servicios públicos como alumbrado, agua potable, drenaje, seguridad y de la imagen urbana, debido a que ni las regidurías, ni las direcciones municipales cuentan con programas de acción, ha orillado a los miembros de la iniciativa privada a buscar apoyos ante el gobierno federal y estatal para frenar el estancamiento en el que se encuentra la ciudad.
“El gobierno municipal está pasivo, entonces vamos a organizarnos nosotros porque a nosotros sí nos duele que nuestra economía se venga abajo, nos duele que nuestras inversiones se estén perdiendo y más nos va a doler que tengamos que cerrar puertas como muchos ya lo hicieron, para irse a otra ciudad donde sí están organizados”, señaló César Bernardo Ríos Fernández, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Cuautla.
Anunció que para ello se han organizado para que a través de cámaras como la Canirac, la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) y la Confederación Patronal de la República Mexicana(Coparmex), se acceda a financiamiento para reactivar sus unidades productivas.
“Hay muchos recursos y beneficios que el gobierno federal está bajando para apoyar al sector empresarial, pero por la misma desorganización que traemos los empresarios, no la estamos aprovechando”.
Lamentó que los ciudadanos no cuenten con ningún tipo de información por parte de las autoridades municipales, lo que ha deteriorado la ciudad.
“Se desconocen los beneficios porque todos traen su propia agenda y no sabemos trabajar en equipo, y lo que tenemos es una ciudad donde los servicios no funcionan, el mantenimiento de las áreas públicas, el río Cuautla que es un área que se le puede sacar mucho provecho turísticamente y resulta que está contaminado, sucio, las avenidas descuidadas, sin áreas verdes”.
Destacó que una mala imagen de la ciudad sigue ahuyentando al turismo que cada vez es más bajo a esta zona del estado de Morelos, de ahí la iniciativa para organizarse a través de las cámaras empresariales para tratar de rescatar a la industria sin chimeneas.