Luego de que la Comisión para le Prevención de Riesgos Sanitarios del Estado de Morelos (Coprisem) detectara la presencia de carne de animales contaminados con el anabólico, se llamó la atención del rastro para revisar los lineamientos de matanza, lo que obligó a los encargados a restringir las labores.
Sin embargo, después de tres semanas de impedir el ingreso de animales engordados con sales de clembuterol, se endurecieron las presiones de los ganaderos e introductores por las pérdidas económicas que dicen tener.
Al mismo tiempo los consumidores, carniceros, taqueros y restauranteros, han manifestado su preocupación ante el incremento de la matanza clandestina, lo que reduce la vigilancia sanitaria sobre los productos cárnicos. Al momento, los directivos del centro de matanza no han dado a conocer la situación.