El traslado de la matanza de animales para el consumo humano al rastro tipo TIF que se construye en el sur de la entidad, sería inviable por las numerosas desventajas que representa y que se traduciría en encarecimiento de los productos cárnicos, señaló Justino Espinal Contreras, administrador del Rastro Municipal de Cuautla.
“Ventajas ninguna, desventajas bastantes. En primera se encarecerían los productos cárnicos porque está muy lejos, son dos a tres horas de ida y otras tantas de regreso. El gasto de gasolina, transporte y refrigeración encarecerían los productos cárnicos, que están altos ya y con eso sería un duro golpe a la economía de la ciudadanía”, indicó.
Dijo que tal medida afectaría a todos los tablajeros, introductores y productores ganaderos del municipio de Cuautla y la región, quienes aun se sujetan a las normas sanitarias vigentes, pero que con esa medida buscarían llevar sus animales a rastros de los municipios vecinos, pues además los consumidores no están acostumbrados a la carne congelada.
“Aquí no estamos acostumbrados a carne congelada, hoy se mata y mañana se distribuye, sólo es una noche de congelación. Además estamos en un clima caluroso que no favorece porque la carne se empieza a escurrir y pierde su sabor”, agrega.
Señaló que lo que se requiere es una modernización del actual rastro ubicado en la colonia Francisco I. Madero, para concentrar la matanza de reses, cerdos y aves, la cual se encuentra fuera de control en mataderos clandestinos debido a la falta de vigilancia de las autoridades sanitarias, situación que se complicaría en caso de pretender trasladar la matanza al sur de la entidad.
“Con ello se fomentaría la matanza clandestina porque nadie va a querer llevar su ganado hasta allá, ni de cerdo ni de res. Si se cierra aquí, buscarían matanza en otros municipios, en Cuautla estamos operando al 90%, estamos garantizando la calidad de la carne por la revisión sanitaria. No se está permitiendo para nada el clembuterol, estamos mejorando en todos los aspectos”, aseguró.
Por último, destacó que de toda la carne que se consume en la región, en el rastro de Cuautla únicamente se sacrifican entre 250 a 350 reses por mes y de dos mil a dos mil 500 cerdos, lo que evidencia que existen mataderos clandestinos fuera de lanorma.