Tanto la unidad como el conductor fueron detenidos y llevados inicialmente a las instalaciones de la Policía Federal en Cuautla, para ponerlos a disposición de la autoridad correspondiente. La unidad fue remitida a un corralón ubicado a un costado de la Central de Abasto de Cuautla, lugar de donde los inconformes pretendieron rescatarla.
El bloqueo de esta importante vía de comunicación entre Cuautla y la capital del país, fue encabezado por el dirigente Óscar Nájera, quien argumentaba que el permiso es legal. Sin embargo las autoridades federales señalaron que aunque el documento fuera legal, no le autoriza dar servicio público de pasajeros fuera de un perímetro de 30 kilómetros por ser un permiso expedido por el gobierno de la Ciudad de México, lo que ameritó su infracción.
Los transportistas irregulares se negaron a pagar la infracción y por la fuerza exigieron les fuera devuelta su unidad y liberado al chofer.
La incomunicación vía terrestre que se ocasionó trastornó las actividades de comerciantes de la zona y de miles de personas, ya que quedaron varadas a bordo de vehículos particulares, autobuses de pasajeros y colectivas de pasajeros. Además de que varias ambulancias se vieron imposibilitadas para atender emergencias.
Los transportistas de la Ruta 85 provenientes de la Ciudad de México, que cerraron la vialidad, insisten en invadir los derroteros de transportistas del estado de Morelos, lo que ha ocasionado enfrentamientos en ocasiones anteriores. Aun así, las autoridades de Movilidad y Transportes se niegan a poner orden, argumentando que se trata de territorio federal.
Alrededor de las 16:30 horas los manifestantes quitaron sus vehículos y desbloquearon la carretera.