Con la playera bien puesta de los cañeros, su bandera verdiblanca y mochila al hombro, el fiel seguidor, Sergio, emprendió camino en punto de las 10:35 de la mañana de la gasolinera de El Polvorín (en Cuernavaca) rumbo al inmueble cañero, siendo testigo La Unión de Morelos que además colaboró con este desafío al otorgarle el boleto de entrada al partido de la Copa MX.
El “Chato”, quien también es conocido así por sus amigos, inició hacer activación física desde hace dos años por indicación del médico ya que es hipertenso, lo cual lo motivó a salir a caminar por las tardes, comenzando en un principio con tres kilómetros diarios, hasta proponerse como reto el llegar al “Coruco” Díaz.
A la edad de seis años su padre Ángel Marín (Q.E.P.D) le inculcó el amor por los colores al Zacatepec, cariño que ha mantenido durante 41 años. En 1973 fue la primera vez que acudió Marín Brito a un partido de Zacatepec en el Estadio Agustín “Coruco” Díaz, en compañía de sus cinco hermanos.
Gracias a la buena preparación física y mental, Sergio Marín pudo cumplir el reto, arribando al inmueble Agustín “Coruco” Díaz en punto de las 5:30 de la tarde. Durante el trayecto El “Chato” realizó dos paradas, una en Xochitepec y otra en Xoxocotla.
“Siempre seré cañero, mis ídolos son Pablo Larios, Miguel Ramírez, Alfredo “Harapos” Morales y Ricardo Castro. Cuando descendió Zacatepec en la temporada 84-85 busqué un equipo de primera división y el que más me gustó fue Pumas, es por eso que fui apoyar a ambos, pero primero soy cañero”.