El primero se dedicaba a montar toros y era campesino, tenía su domicilio en la calle Tarjia, de la colonia Real del Puente, de Xochitepec, mientras que el segundo tuvo su domicilio en la calle Jalisco, de la colonia Lázaro Cárdenas, de esta misma localidad y era de oficio herrero.
La Procuraduría General de Justicia detalló que Francisco Javier y Luis Cano quedaron abatidos en la esquina con la avenida La Cruz, de la colonia del mismo nombre, tras un tiroteo.
En el lugar, fueron embalados un total de 88 casquillos percutidos de diferentes calibres, siendo éstos de 7.62, 9 y 40 milímetros.
Las autoridades ministeriales detallaron que a una distancia de 50 metros de sus cuerpos se ubicó una camioneta tipo Xtrail en la que aparentemente escapaban tras ser perseguidos por varios sujetos en dos unidades más.
Luego de llegar al lugar, bajaron y se echaron a correr repeliendo la agresión pero fueron alcanzados por las balas. El cuerpo de Francisco Javier quedó en posición decúbito dorsal y como vestimenta portaba una playera de color verde, pantalón color gris, cinturón blanco, calzado café y calcetas deportivas blancas.
Asimismo, sobre esta avenida se localizó el cuerpo sin vida de su acompañante Luis Cano quien vestía una playera de color naranja, pantalón de mezclilla color beige, cinturón color verde, tenis blanco y calcetines deportivos blancos.
Éste presentaba como lesiones varios orificios por proyectil de arma de fuego en todo el cuerpo. Ambos sujetos viajaban en la camioneta de la marca Nissan tipo Xtrail, color arena, con placas de circulación NV20512 del estado de Morelos, la cual presentaba varios impactos de arma de fuego.
Tras las primeras investigaciones, la fiscalía informó que en la carretera federal Acapulco–México por el fraccionamiento Jardines de Xochitepec se localizó una camioneta relacionada con el homicidio de los jóvenes.
Se trata de la unidad marca Ford, tipo Lobo, color azul, placas de circulación MAY 7747 del Estado de México, la cual también presentó impactos de proyectil de arma de fuego en el parabrisas y medallón, así como en la parte trasera del costado del piloto.
Los disparos se presume que fueron ocasionados por las víctimas mortales al escapar de sus agresores. Así también se cree que al menos uno de los sicarios resultó lesionado. La camioneta fue puesta a disposición del Ministerio Público en tanto que se inició la carpeta de SC01/8479/2010.