En términos de ejemplo gráfico: el corredero ante la debacle. Duro para el PAN que durante 12 años gobierna y a partir de septiembre se va a una posición donde tendrán que trabajar fuerte para regresar. Por otro lado, Graco está en lo suyo, si el diablo es del PRI o del Partido Demócrata gringo y desea sumarse a su propuesta, las puertas están abiertas. Hace 30 días el escenario que hoy vemos –y se palpa en serio—, no se imaginaba, era diametralmente opuesto. Si por un lado la ruptura sigue y continúan desorganizados hasta para las recepciones individuales en sus casas de campaña, por el otro el controvertido Jesús Ortega Martínez, coordinador de la campaña PRD—Morena y Anexas, deja una señal que lleva por varios senderos: “Notamos todo en condiciones para el proceso electoral”. Históricamente, Chucho Ortega –finísima persona, listo, hábil, bueno para los bisnes, que se ha nutrido más que decorosamente por décadas desde un ángulo de izquierda pero con la derecha lista para el arreglo— cuando nota que los van a derrotar, inicia con las descalificaciones, ya sea en la entidad que gusten.
Esta vez se notó tranquilo, sonriente, seguro, hablando bien de todos y calificando de buenas las condiciones hacia el proceso. Incluso, propositivo, generando condiciones o marcándolas a los demás que la jornada electoral debe ser pacífica. Los que están adentro en cada bunker partidista sabe qué sucede por el momento, pero allá a finales de la siguiente semana el panorama estará claro: ya sabremos cuál es la tendencia ganadora. Cada vez se acorta el tiempo.
Decían los viejos políticos que “para querer ser gobernador, había de parecerlo”. Ustedes, estimados lectores, seguro observan las acciones, poses y posiciones de cada uno de los aspirantes. Si fuera la sonrisa, ya ganó Julio Yáñez pero aunque candidato no tiene la remota posibilidad y no por lo que diga el columnista, simplemente es la realidad. Pero entre los tres grandes –por llamarlos de alguna manera--, a usted, apreciadísimo lector: ¿Quién le parece que actúa como el siguiente gobernador de Morelos?
Ahí la dejamos… por hoy.
Vorágine
No me ayudes… Improvisados elementos de seguridad de las casas de campaña para gobernador en uno de los partidos, decía más tonto que bromista a los periodistas que deseaban pasar a entrevistar al señor. “Cuando hay ‘carne’ no atiende a nadie”. El sujeto éste se refería a que una voluptuosa conductora de la TV, guapa y todo un atractivo visual, precisamente entrevistaba a su patrón. La joven mujer hacia su trabajo, es de las personas que manejan programas televisivos con esfuerzo y dedicación, que nada tiene que ver con los reporteros que hacen guardias y siguen paso a paso a los personajes de la vida pública. Nunca fue a ver al hombre sino a conocer del personaje público.
La conductora, con todo respeto, está buenísima y lo reiteramos, con admiración y respeto. Pero flaco favor le hace el gendarme ése que más parece –esto también con buenos recuerdos y respetos a los tiempos y a los pueblos— a aquellas rondas que con un rifle y machetes tenían en santa paz a la comunidad.
Por ese tipo de acciones que parecen mayores, se dan “las caídas en picada”. Mucho cuidado.
A ver, a ver.— Recibimos el correo de un buen amigo que reservamos su nombre a petición expresa y que no hace mucho se sumó abierta y públicamente al proyecto de Graco Ramírez. Fue priista toda su vida hasta hace unos meses:
“En el PRI cerraron las puertas desde Maricela y Del Valle, nos echaron a muchos. Yo tengo meses trabajando con Graco, pero hay un referente histórico que parece darme la razón: el equipo de enfrente, el del PRI, está compuesto en un 80% por gente que trajo Jorge Carrillo Olea. ¿Quién fue el artífice de la caída de JCO además de él con su desatención? Exactamente: Graco. Otra vez les va a ganar. Tiene tomada su medida. Los morelenses no quieren que Carrillo gobierne a través de otras personas”.
Bueno, eso dice…
¡Urge!.- Haremos una súplica para que en el tumulto de encuestas y números en casa de los candidatos, alguno sea honesto y diga con exactitud cual es el estado de las cosas. Finalmente, lo que va a pasar va a pasar. Quienes inventan números se hacen majes solos. Los que las ocultan, seguro quieren arreglar las condiciones. Pero predominan las especulaciones, rumores y tomaduras de pelo. Por eso, urge la realidad.