Zacatepec, Morelos.- Cortadores de caña de los ingenios Emiliano Zapata de Zacatepec y Casasano de Yautepec exigieron a las autoridades, y a sus respectivas organizaciones gremiales, atender su situación de desamparo a partir del terremoto del pasado 19 de septiembre, que dejó a 116 familias de los albergues y galeras de Casasano y Tlaltizapán en el desamparo.
Isauro Molina Nava, integrante de la dirigencia del Sindicato de la Industria del Autotransporte (STIST) en el estado, manifestó que “los compañeros se quedaron sin techo, fueron unos de los damnificados a gran escala y hasta el momento no hay nadie que les tienda la mano y les ayude a reparar los desperfectos”.
Comentó que independientemente de la responsabilidad municipal y estatal sobre el tema, “ellos pertenecen a la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos que tendría que haber intervenido de inmediato”. Luego mencionó que “hay poderosos personajes detrás de esa liga, entre ellos quien fuera candidato del partido Revolucionario Institucional al gobierno de Morelos en el 2012, Amado Orihuela Trejo”.
Y abundó en el sentido de que “igualmente pertenecen a la Unión Nacional de Cañeros, cuya filial en el estado es la CNPR a cargo de Pedro Ocampo, que tampoco los ha ido a visitar, por lo menos para disimular”. Porfirio García -uno de los cortadores de caña- dijo que son 116 familias que viven permanentemente en esas galeras, pero en temporada de corte de caña, llegan en promedio unos 700 trabajadores que padecen situaciones de explotación y sufrimiento.
Juan Bautista sostuvo que “luego de lo que pasó, nos quedamos sin agua y sin luz, el gas se nos proporciona de manera racionada, es decir lo abren por la mañana, sólo durante una hora, luego a las dos de la tarde y finalmente a las ocho de la noche, de tal manera que quienes no lleguen a esas horas a comer, tendrán que hacerlo en circunstancias desafortunadas”.
Agregó que “como nos descuentan toda clase de cuotas, entendemos que tenemos derecho al seguro social, pero hace pocos días fuimos y nos salieron en la clínica con que nosotros no existimos en sus archivos, lo cual indica que los líderes se quedan con nuestro dinero”.
Ignacio Lévaro comentó que personal de Protección Civil hizo una revisión de las instalaciones en Tlaltizapán, “pero al final nos dijeron que no había dinero para la reparación, que pidiéramos apoyo a la CNC, que tampoco quiere saber nada”.