En víspera de la implementación de la oralidad en materia civil y familiar por mandato constitucional, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) inició la capacitación de impartidores de justicia.
El abogado postulante en la Ciudad de México y ponente en el seminario de capacitación promovido por la Escuela Judicial, José de Jesús García Rosas, explicó que una vez avanzada la implementación de la oralidad en la rama de justicia penal, el siguiente paso es la adecuación en las materias civil y familiar oral.
“Las experiencias en la oralidad a nivel federal tienen características de que los procedimientos sean rápidos, porque se reducen los recursos procesales o, en su caso, se resuelven en el momento durante el juicio y ello permite acortar los tiempos”, dijo.
Indicó que para este fin será importante el uso de tecnologías de comunicación e información como videocámaras, que al igual que en el sistema penal acusatorio adversarial, permitirá conservar los registros de las audiencias orales.
“Tradicionalmente se ha concedido la pensión alimenticia desde el momento cuando inicia la demanda de divorcio, como una medida provisional. En el juicio oral retoma el principio de concederla de inmediato, sin embargo, hay ocasiones en que litigantes abusan del derecho de los alimentos y ésta podía ser modificada a través de una sentencia definitiva”.
“Hoy, con los juicios orales en materia familiar, el juez tiene la dirección procesal y la capacidad para modificar en cualquier momento esas medidas, entonces, si decretó una pensión alimenticia injusta a favor o en contra, puede revocar sus decisiones”, citó.
El Tribunal Superior de Justicia espera contar en el 2018 con los recursos humanos, materiales y financieros para generar la infraestructura y, de ser posible, en el próximo implementar la oralidad en los juicios familiares y civiles que -a decir de los juristas- permitiría no sólo agilizar los procedimientos, sino reducir significativamente las cargas de trabajo y el rezago de expedientes en los juzgados.