Decomisan objetos prohibidos en el interior del centro penitenciario de Atlacholoaya.
Mientras la Comisión Estatal de Seguridad (CES) presumió el operativo de revisión en el interior del penal de Atlacholoaya, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) visibilizó las fallas en los filtros de ingresos del centro penitenciario.
A través de un comunicado, la CES dio a conocer que la noche del 4 de enero y la madrugada del 5, personal de custodia realizó revisiones en los dormitorios y las áreas comunes de las distintas zonas, como son las de sentenciados, procesados y máxima seguridad, donde se localizaron objetos prohibidos que fueron decomisados.
El resultado del operativo fue el aseguramiento de 11 equipos de telefonía celular, siete puntas hechizas, un cuchillo, una cuerda y una cadena metálica, las cuales fueron puestas a disposición del Ministerio Público.
De acuerdo con el comunicado, Jorge Israel Ponce de León -responsable del sistema penitenciario estatal- estableció que en “la coordinación a su cargo se está trabajando para garantizar la estabilidad en el sistema penitenciario en la entidad, instrumentando acciones que permitan evitar conflictos y atacar de manera efectiva y oportuna cualquier indicio que pueda generar desestabilidad”.
Lo anterior, luego del cruento motín y enfrentamientos protagonizados por internos del penal varonil de Atlacholoaya, los que dejaron saldo de 9 muertos y 14 lesionados en los meses de octubre y noviembre de 2019.
En contraparte la CDHEM, si bien reconoció las acciones implementadas para decomisar objetos que pongan en peligro la integridad las personas privadas de la libertad, lamentó que existan fallas en las áreas de revisión e ingreso al centro penitenciario, por donde entran gran parte los objetos restringidos.
“Dado lo reciente de esta acción y otra similar en días pasados, muestra con preocupación que los filtros en el ingreso al Cereso tienen fallas. Por lo anterior, hacemos un llamado respetuoso a las autoridades responsables para reducir al máximo, el acceso de todo aquel objeto que ponga en riesgo la seguridad en los centros penitenciarios, toda vez que la presencia constante de esos objetos, no obstante los operativos, denota falta de control y posibles hechos de corrupción que hacen nugatorios los fines del sistema de reinserción social en el Estado”, recalcó el organismo.