Se quejan por presunto acoso sexual por parte de un profesor.
Estudiantes del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) 194 de Ciudad Ayala, denunciaron que las autoridades no solo han hecho caso omiso a sus quejas por el presunto acoso sexual de un profesor sino que además les reprimieron por haber realizado un “tendedero” de relatos anónimos en los sanitarios de mujeres.
Las inconformes explicaron que en el marco del día Internacional de la Mujer participaron en las movilizaciones y comentaron con jóvenes de otras instituciones educativas sobre qué podían hacer ante la inactividad e ignorancia de los directivos del plantel.
Por ello decidieron colocar “un tendedero” en el sanitario de las alumnas, con “postis” (papeles de colores con adhesivo) y cartulinas de colores; ahí explicaron que salieron a relucir varios casos de chicas que han sentido acoso sexual por parte de un docente.
Los mensajes indican que cuando menos dos maestros -y uno particularmente- las acosa con miradas lascivas, de forma descarada a los glúteos y pechos de las estudiantes, además de comentarios ofensivos como el preguntarles si ya han tenido relaciones sexuales, por ejemplo. Además, los profesores -según la denuncia- aprovechan su condición de dominio con la advertencia de que las calificaciones las entregan hasta final del curso.
Las inconformes expusieron a La Unión de Morelos que ya habían enviado un documento a la directora del plantel exponiendo esta situación, pero ésta hizo caso omiso.
Las jóvenes dijeron que su intención con el tendedero fue hacer la denuncia pública sobre los acosadores, pero docentes y directivos retiraron todos los letreros con el pretexto de que hacían “limpieza” y que las mujeres estarían “vandalizando” los baños.
Incluso hasta anunciaron que cerrarían los sanitarios en algunos horarios para evitar que siguieran colocando pancartas o letreros pequeños en espejos y paredes. Expusieron que personal de la escuela les reprendió y amenazó con darlos de baja si seguían haciendo este tipo de “denuncias sin sustento”.
Las alumnas expresaron su preocupación también por que publicaron en redes sociales algunos videos e imágenes de lo sucedido, y en lugar de tener una reacción favorable les volvieron a reprender, con la advertencia de que investigarían quienes fueron las responsables y que podrían ser sancionadas.
Finalmente pidieron la intervención de las autoridades educativas, pero también de seguridad, así como del Instituto de la Mujer y de la Secretaría de Gobierno, con el fin de prevenir y sancionar estas formas de violencia a las jóvenes.